Se viene la nueva terminal de Retiro en el sur de la Ciudad de Buenos Aires
BUENOS AIRES.- El gobierno porteño logró el aval legislativo para otro de sus grandes negocios. Esta vez, la empresa TEBA, que explota la concesión de la terminal de ómnibus de Retiro, le propuso al Ejecutivo la construcción de otra terminal, en Flores. Y cuando hubo llamado a licitación, Teba se quedó con ella porque fue la única oferente. El modelo de negocio es llamativo: en vez de concesionar el predio de casi 40 mil m2, ubicado en la intersección de la Autopista Dellepiane y Lacarra, el gobierno se lo venderá a TEBA en cómodas cuotas a 18 años a través del sistema de leasing. Es decir, el gobierno financiará la transferencia de tierras públicas a una empresa privada y ésta construirá una terminal capaz de absorber el 40 por ciento del tráfico de ómnibus de Retiro.Al mismo tiempo, denuncia el sitio DiarioZ, el Gobierno se encargará también de valorizar el área, con una extensión de la Línea E de subtes, una bajada exclusiva de la Autopista Dellepiane y la urbanización de la zona aledaña.La Terminal de Ómnibus Dellepiane es una iniciativa loable frente al alto nivel de saturación que padece la terminal de Retiro. La ciudad cuenta hoy con una sola central de micros de dimensiones, además de la Parada Liniers, y esto repercute en el flujo de tránsito que atesta una zona que ya de por sí es complicada por la cercanía del puerto.El proyecto llegó a manos del ministro de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera, a mediados de 2012. La iniciativa privada lleva la firma de Néstor Otero, titular de TEBA, un empresario que fue objeto de numerosos informes de la Auditoría General de la Nación por incumplimientos en la concesión de Retiro.En concreto, se trata de un predio de 37.212 m2 que pertenecen (pertenecían) a Subterráneos de Buenos Aires (Sbase). Allí estaba planeada la construcción de talleres para el mantenimiento de los vagones del subte (hoy altamente tercerizado). La nueva terminal de la zona sur apunta, según el gobierno, a desconcentrar el 40 por ciento del flujo que absorbe Retiro. Habrá 48 dársenas de ascenso y descenso, una dársena para taxis, otra para líneas de colectivo, 55 boleterías y playas de estacionamiento –que serán explotadas por TEBA– con capacidad para más de 442 vehículos: 400 particulares, 10 remises, 10 combis o minibuses y 22 transportes de encomiendas y mercadería.El gobierno incluyó en la licitación una cláusula poco común para este tipo de iniciativas. Como apunta un informe del ex legislador de Izquierda Democrática, Rafael Gentili, el Ejecutivo venderá el inmueble a través de un contrato de leasing con un plazo de 18 años. A cambio, la empresa asumirá los costos de la construcción de la terminal, que la misma TEBA calcula en 50 millones de pesos.