Sector Inmobiliario
Cuarentena: Se incrementaron las búsquedas de alquileres con espacios verdes
ARGENTINA.- La implementación de la cuarentena trajo incertidumbre en todos los rubros y el mercado inmobiliario no estuvo ajeno. Pero hoy, luego de cuatro meses de tomada la medida, se advierte una clara tendencia: las consultas por viviendas alejadas de la ciudad, con espacios verdes y mayor cantidad de metros cuadrados, aumentaron un 80% durante el último mes si lo comparamos con el inicio del aislamiento.
Son conclusiones que se desprenden de un informe de L.J. Ramos Brokers Inmobiliarios, en donde se detalla que “la incertidumbre de no saber hasta cuándo durará esta nueva normalidad, el teletrabajo, la cada vez más lejana vuelta a clases de los chicos y el distanciamiento social, hicieron que se disparan las consultas por los alquileres temporales de entre 8 meses a 1 año en zonas distantes a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
“La búsqueda de una mejor calidad de vida es hoy el motivo más común por el cual nos están contactando para tasar. Buscan conocer con qué cuentan para poder proyectar el cambio que quieren. Lo interesante es que, evidentemente la decisión se toma, porque esas propiedades están ingresando a la venta”, comenta Dina Crusizio directora de la Sucursal Recoleta de L.J.Ramos Brokers Inmobiliarios.
¿Quiénes impulsan la tendencia?
El informe asegura que la demanda contenida está comenzando a mostrarse interesada en plasmar sus objetivos. “Estos dos últimos meses de cuarentena hicieron que la combinación de todos los factores que venimos hablando ayudara a concretar operaciones postergadas. Los emprendimientos en pozo volvieron a ser las estrellas del momento y las reservas crecen por estos días”. Desde L.J. Ramos Brokers Inmobiliarios se preguntan: “¿Es factible realizar estos cambios cuando hablamos de valores de mercado?” y analizan:
“Con la venta de un departamento ubicado en la calle Figueroa Alcorta al 3100, valuado en 570.000 dólares, es posible comprar un lote en Puertos, en Escobar por 60.000 dólares y construir una muy buena casa de 300 metros cuadrados por 300.000 dólares”.
“Con la venta de un departamento en Av. Del Libertador al 5100 que tiene un valor de 495.000 dólares es factible comprar una casa con jardín y pileta en Sucre al 1300, San Isidro, valuada en 460.000 dólares”, sigue.
También, desde la inmobiliaria aseguran que otra posibilidad es cambiar dentro de la propia ciudad y mejorar la zona del inmueble. "Hoy se puede pasar de un departamento de 2 dormitorios situado en Coronel Díaz y Soler que posee el mismo valor metro cuadrado a uno con patio y parrilla en Coronel Díaz y Cerviño".
"Todos estos ejemplos muestran que existen muchas maneras de realizar el cambio hacia una mejor calidad de vida y el momento está brindando muchas herramientas para realizarlo. Un cambio colectivo de consciencia que parecería que llegó para quedarse", prosigue el informe.
;Una historia que hoy tiene otro color
El estudio analiza que nuestra industria, "desde hace más de una década, se vio amenazada debido a diferentes situaciones y cambios. Empezando por la devaluación en el año 2001, continuando con el cepo al dólar, la ilusión y desilusión del crédito, la inflación y la incertidumbre electoral, política y económica. Experimentamos esa sensación de estar en un partido de cartas en el que hay que barajar de nuevo todo el tiempo porque la mano cambia. Pero en esos cambios de mano el resultado terminaba siendo el mismo: un mercado paralizado, ajustes de valores y falta de oportunidades, traducidos en desencuentros entre la oferta y la demanda, además de la falta de confianza. Hay una buena noticia: hoy está siendo diferente".
Aseguran que lo que pasó en estos meses más que un cambio de mano, es un partido nuevo. La imprevista llegada del COVID-19 está llevando a las personas a cuestionamientos profundos. "La decisión del lugar dónde vivir, criar a sus hijos, trabajar, descansar y disfrutar el día a día, está pasando por la calidad de vida. Por las consultas que recibimos actualmente notamos que no se están buscando hacer el mejor negocio, sino vivir mejor".
"En Red_Sidencial LJR, estamos experimentando una potente sinergia asistiendo a los clientes que se mueven de Capital Federal a Zona Norte y viceversa. Son notables las consultas de alquileres por casas en Puertos, Escobar y Nordelta, Tigre por plazos menores a un año".
"Muchas son familias que buscan de un nuevo aire para pasar los próximos meses de la cuarentena, pero logrando algunas ventajas a la hora de hablar de calidad de vida. Por ejemplo, alquilan su departamento de Capital Federal para compensar la mayor erogación que genera el impacto de una casa en estas zonas. Esta explosiva demanda está ocasionando una falta de oferta de alquiler y marcando una tendencia de alza de precios".
"Incluso hay ejemplos de familias que ya piensan en un cambio definitivo. Personas que piden tasar su propiedad en Capital Federal porque han decidido mudarse a una casa en Zona Norte. Estamos asistiendo en la búsqueda de propiedad a familias con hijos adolescentes que pusieron a la venta su departamento y quieren una casa en San Isidro que les permita, como en Capital, no depender del auto y estar cerca de los medios de transporte. O de parejas mayores con hijos casados que viven en Pilar y reservaron un departamento en un condominio en la misma zona para estar cerca de los nietos. El motivo del 50% de las tasaciones que estamos teniendo es saber con qué cuentan para poder proyectar ese cambio".
¿Qué pasa en Capital Federal?
L.J. Ramos Brokers Inmobiliarios asegura que el cambio de espacios también está sucediendo dentro de la propia ciudad. "En la Capital Federal el balcón y el patio son los protagonistas de las consultas, más si cuentan con parrilla. Por su parte, muchos alquileres concretados en tiempo de cuarentena fueron motivados por la necesidad de poseer un ambiente más, generalmente para trabajar".
Finalmente, concluyen que los hechos están demostrando que el restablecer la confianza en el mercado parece no depender únicamente del mundo económico y político. "Estamos ante un cambio de paradigma, el cual conjuga ese anhelo de calidad de vida con la expectativa de una mejor negociación, oportunidades de precio y baja en los costos de la construcción, lo que está llevando a tomar decisiones que venían postergadas hace tiempo".