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Los estafaron: Compraron un departamento en pozo y van a rematar el edificio
ARGENTINA.- El juez civil Daniel Guillermo Alioto ordenó el remate de un edificio a medio construir ubicado en Arribeños 2856, en el barrio porteño de Núñez, a pedido de uno de los acreedores de la hipoteca que pesa sobre el inmueble. Pero los propietarios que compraron las unidades nunca tomaron posesión de las mismas y la venta significa perder el único bien con el que puede responder la sociedad anónima que los estafó.
Todo comenzó en 2010, cuando la sociedad anónima Le Breton 5222 vendió cinco unidades de un edificio que no había empezado a construirse y que no tenía ni los permisos municipales ni un terreno propio. Con los primeros pagos se compró un lote, y los arquitectos consiguieron los papeles por ser ex funcionarios porteños, aseguró Stefanía Capatto, una de las damnificadas.
El edificio, en los planos, tiene seis pisos de 42 unidades de un solo ambiente, que en 2011 tenía un valor de U$S52.000. Sobre ese precio, los desarrolladores llegaron a pedirle hasta U$S15.000 a los comrpadores.
A lo largo de ocho años se levantó una estructura firme pero inconclusa, con seis pisos y varias cocheras. Los compradores "desde el pozo" suman 38 hasta hoy, con un caso extremo de una mujer que adquirió un departamento en el piso nueve, una planta que nunca llegará a construirse ni estaba en los planos originales.
Los presidentes societarios en 2010 eran los hermanos Carlos y Humberto Raiano, quienes le cedieron el puesto a Eduardo Atilio Camaratta. El juez Alioto ordenó la subasta del edificio a medio construir porque los titulares sacaron varias hipotecas sobre el mismo y ahora un acreedor pide la ejecución del inmueble.
"Es un absurdo, pero además, la causa quedaría en un abstracto jurídico. Si se remata el único bien que tiene la sociedad, nosotros, como damnificados, no podríamos reclamarle a nadie porque estos personajes son insolventes", explicó Capatto.
Mientras tanto, Camaratta alquila las cocheras que sí están listas y hasta instaló un local clandestino en el frente de la casa, que ya fue clausurado varias veces por inspectores municipales.