El mercado inmobiliario rural sigue esperando al blanqueo de capitales para crecer

ARGENTINA.- El sector agropecuario comenzó la reactivación durante los últimos meses de este año después del estancamiento durante el anterior gobierno kirchnerista. El cambio en las reglas de juego con la quita de retenciones, sinceramiento del tipo de cambio y la quita total de las retenciones a todos los cultivos salvo a la soja que la redujo un 5%.

Y en un lugar donde ya se nota este viento a favor y comenzó a agilizarse es el de los mercados inmobiliarios, que se encuentra en un nivel estable en los últimos tres meses del año, según el índice que elabora la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR).

En el mes de agosto el Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural (InCAIR) fue de 35,50 puntos, lo que marca un 26% más alto respecto al mismo mes del año pasado, pero marcó una caída de 0,5 puntos en referencia a julio de este año. “La quita de las retenciones al trigo, maíz y girasol y la baja del 5% en soja fueron primordiales para que este sector se reactive”, destacó Javier Christensen, secretario de la comisión directiva de la Cair.

En este sentido, el ejecutivo atribuyó a que esta leve caída con respecto a julio se debió a que hubo más competencia con otros negocios financieros en juego como fueron los Lebacs.

De todas maneras, para Christensen, de ahora en adelante, hay expectativas positivas para el mercado inmobiliario debido principalmente al blanqueo de capitales.

“No sabemos cuánto será este monto pero si se destina un pequeño porcentaje a la compra de tierras, la participación puede ser muy importante”, pronosticó.

Igualmente, destacó que la actividad está muy lejos de lo que sucedía en 2011 antes de que el gobierno de Cristina Kirchner pusiera cepo cambiario. “En el a{o 2012 el índice de la cámara se ubicó en 7 puntos”, recordó.

En paralelo, el directivo de la cámara destacó que este favorable panorama para el sector agrícola propulsó el arrendamientos de campos con mejores perspectivas ya que en el año anterior había habido muchas dificultades para poder acordar y se dieron diferentes tipo de arreglo en donde en cada caso era particular. Además, quedaron muchos campos sin poder alquilarse en regiones más marginales, y en consecuencia, sin producir. “Este año fue subiendo la demanda y esto incrementó los valores acercándose a los mejores años”, indicó.

En esta línea, describió que hubo contratos por 18 quintales de soja en la zona núcleo y en zonas más marginales, se pagaron alrededor de 5 quintales de soja por la influencia del flete que encarece los costos productivos.