Sector Inmobiliario
Las indignantes estafas en la renovación de contratos de alquiler
ARGENTINA.- Cuesta entrar a un alquiler, pero una vez que lo logramos, juntamos los excesivos requisitos para ello, apilamos peso por peso, tomamos aire y nos dejamos llevar por el abuso de tener que destinar tanto dinero para lograr alquilar una propiedad.
En la Argentina, el contexto económico mutó hacia una forma del negocio en el que las inmobiliarias se vieron apretadas al máximo por la instauración del cepo cambiario, pero una de las unidades de negocio de las inmobiliarias -el alquiler, en detrimento de la desaparición de compra venta de propiedades- se convirtió en el caballito de batalla para no bajar las persianas.
Y ahí comenzaron los abusos.
Tres argentinos hicieron llegar sus casos a la redacción, y cada uno de ellos expone claramente el calvario que vive quienes no tienen techo propio.
Carlos A.
"Cuando era soltero estuve a punto de comprar. Luego me junté, tuve un nene y me casé, y luego llegó el cepo. Ahí me fue imposible poder comprar porque salvo Procrear para unos pocos, nunca más hubo una ayuda para quienes queremos el techo propio. Pero lo más indignante como ser humano fue cuando buscamos un lugar más grande para alquilar. Primero dudaban de mi condición de monotributista, de que si no ganaba más dinero el dueño de la casa temía que se la ocuparan o se endeudaran. Luego, me pidieron el mes de comisión, el de depósito, dos de honorarios, los gastos de informes. Todo me demandaba casi 34 mil pesos para poder entrar."
"Y lo hicimos. Juntamos peso por peso. Pero lo peor vino a los dos años, cuando nos aplicaron ajustes semestrales pero nos desayunamos con que para poder renovar tras dos años de contrato, había que volver a poner todo el dinero otra vez, como si arrancáramos de vuelta. Eso nos fue imposible, nos dieron un mes y nos tuvimos que ir a un departamento chiquito a vivir, por dueño directo".
María Eugenia T.
"Yo estando sola casi nunca tuve problemas para alquilar, porque con un monoambiente pude vivir bien, pero dos meses antes de renovar el contrato tras dos años vino lo peor. Un aumento impresionante. Se me iba de 3000 a 4600, ajustes semestrales, y 4 meses más actualización del depósito para poder renovar. Así que no pude irme de vacaciones, mis viejos me prestaron. Yo discuté mucho, me dio mucho estrés, pero ellos siempre decían lo mismo: es nuestra única manera de sostener el negocio".
Patricio E.
"Las inmobiliaras son un mal endémico. Antes querían hacerce ricos vendiendo una propiedad, luego del cepo lo mismo pero con los alquileres, sin piedad. Cuando se les acabó el negocio con el cepo cambiario no dudaron en venir y apretarnos de la peor manera. Esperesmos que ahora sin el cepo al menos se acaban los ajustes semestrales o, en el mejor de los casos, revisen por qué uno debe volver a pagar todo desde cero al renovar un contrato".