ARGENTINA.- El ministro de Economía, Axel Kicillof realizó una declaración que reabrió un problema estructural en Argentina: “Hay que regular desde el Estado el tema de los alquileres. No digo fijar un valor máximo pero sí, por ejemplo, que si alguien tiene un inmueble y no lo alquila, cobrarle impuestos. De esa manera, se aumentaría la oferta y bajarían los precios”, dijo.
Kicillof sigue los pasos de una propuesta de campaña del excandidato a jefe de gobierno y presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, de cobrar un impuesto a los propietarios de viviendas vacías para forzarlos a que las alquilen o las pongan en venta.
Según el último censo poblacional de 2010, la ciudad de Buenos Aires tiene 225.016 viviendas inutilizadas u ociosas contra 1,1 millón de viviendas habitadas. Esto da una tasa de vacancia de 23,9%, la más alta del país, seguida de la ciudad de La Plata con 19 por ciento. El total de inmuebles vacíos, incluyendo oficinas, porteñas es aún mayor: 350.000.
En la legislatura porteña hay varios proyectos para resolver el problema. El legislador Gustavo Vera, a principios de este año, presentó el propio para incorporar a estas viviendas vacías al mercado. Su eslogan fue "ni casas sin gente, ni gente sin casas".
Hay otro del Frente Para la Victoria para "incorporar viviendas ociosas" que plantea en su artículo 24 la creación de una "Contribución Tributaria por Vivienda Ociosa", de tipo anual equivalente al 1,25 del Valor Inmobiliario de Referencia (VIR) de la propiedad.
En el sector inmobiliario descreen de estas iniciativas. "Es una locura. La intervención estatal en el mercado inmobiliario”.
No sirve. Mayor libertad y un dólar calmo generan más inversiones", dijo Armando Pepe, en declaraciones radiales.
Los propietarios, tras cuatro años de cepo cambiario, prefieren conservar vacíos sus inmuebles a la espera de que reviva el mercado con más acceso a dólares. Vender en pesos, salvo una situación muy urgente, no es la alternativa.
Sin embargo, la realidad porteña de la vivienda es otra. El 30% de los hogares (343.443) hoy alquila. Esto quiere decir que aumentó más de un 50% la cantidad de hogares inquilinos respecto a los datos arrojados por el Censo 2001, cuando los hogares en estas condiciones eran sólo un 22%.
Simultáneamente, los datos del último censo indican que han disminuido los hogares que son propietarios de la vivienda en la que residen, pasando de un 68% a un 56%. Ambos datos ponen en evidencia la dificultad de acceder a la vivienda propia, problema que afecta a más de 2 millones de hogares en todo el país.
Por otra parte, la queja de los inquilinos es el aumento de los alquileres, al ritmo de la inflación o más, una vez por año. "Al haber mayor oferta de alquiler, generaría que bajen los precios. Ahora, el locador no está con una buena renta", afirmó Tomás Marolda, secretario de la Cámara Inmobiliaria y titular de Marolda Inmuebles.
De todas maneras, esta medida seguirá beneficiando a aquellos locatarios e inmobiliarias dedicadas a alquilar. Tal parece ser que en capital federal alquilar un inmueble es mucho más rentable a largo plazo que vender y comprar viviendas. Es por eso que estas medidas afectaría más que nada a aquellos desarrolladores que se encargan de la compra-venta de inmuebles que siguen esperando estrategias y medidas del Gobierno actual o del que viene que favorezcan a la compra-venta. Tal parece ser que los candidatos solo se preocupan por alquilar más que en proyectos de viviendas y créditos blandos para resolver el déficit habitacional con la adquisición y creación de nuevos dueños en vez de nuevos inquilinos.
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