Opinion
Entre el derrumbe y la incertidumbre
El sector de la construcción no puede hacer una lectura optimista de esta pandemia que nos sumergirá en una crisis de largo plazo. Por supuesto que van a surgir oportunidades de negocios porque mucha gente se verá obligada a vender algo para apuntalar su negocio principal, ya sea un bar, un restaurante o un local de venta de ropa.
Hoy para mantener en marcha su fábrica o su negocio muchos tendrán que vender una propiedad o, mejor dicho, malvender. Aquella persona que necesita vender, va a tener que hacer una rebaja del 20% en términos de mercadería usada. Del otro lado, sabemos que los que se quedaron con dólares van a poder comprar a mejor precio.
En el caso de la venta desde el pozo habrá que ser muy prudente pues si bien podría ser una buena opción, se corre el riesgo de que los inversores se retiren masivamente de los fideicomisos. Ahí tendríamos un problema mayúsculo.
Todo el panorama es poco alentador. La base monetaria se está ampliando mucho. La emisión va a generar una inflación importante. El alza del dolar se va a ver mas marcado.
Incluso, el invierno podría agravar la situación con mas medidas de aislamiento y consecuente achicamiento de la industria. Por eso, los colegas vamos pensando en una salida recién hacia 2021.
A diferencia de la crisis subprime donde hubo pronta reconstrucción y posibilidad de rebrote, esta crisis nos viene a decir que hasta que no haya una vacuna no habrá certezas.
*Arquitecto. Presidente de LUDIGLIANI SA