Obras y Proyectos
Se confirma la venta de los terrenos en retiro que servirá para pagar obra pública
ARGENTINA.- Tras la presentación
del proyecto del “Paseo del Bajo”, que
incluye la construcción en trinchera
de la demorada Autopista Ribereña, el Gobierno de la Ciudad confirmó que parte
del proyecto se financiará con la venta del terreno ferroviario conocido como Empalme Norte. La operación había
sido adelantada el mes pasado por este medio.
El predio, estratégicamente
ubicado entre Catalinas y Puerto Madero, se encuentra comprendido entre las
avenidas Eduardo Madero, Antártida Argentina, Cecilia Grierson y San Martín y
consta de 90.000 metros cuadrados.
Si se autorizase en el lugar el mismo tipo de construcción que en Catalinas
Norte, se estima que la superficie edificada podría ascender a cerca de 250.000
metros cuadrados, algo que desde luego despertó las apetencias del sector
inmobiliario, de donde proviene justamente el polémico presidente de
Ferrocarriles Argentinos, Marcelo Orfila.
Su venta al sector privado para
desarrollo de oficinas y emprendimientos comerciales permitiría obtener unos
250 millones de dólares para financiar la autopista, que, en línea con las
recientes declaraciones del ministro de Transporte, contará con carriles
exclusivos para camiones y ómnibus de larga distancia.
No obstante, aún no ha sido
aclarado qué ocurrirá con la conexión ferroviaria que existe en la zona una vez
que se concrete el Paseo del Bajo. Cabe recordar que en el área existen vías
operativas que permiten la vinculación de los ferrocarriles Mitre, Sarmiento y
Roca entre sí y de estos con el Puerto de Buenos Aires.
En el ámbito ferroviario la venta
de esta playa de cargas ubicada en el corazón de Buenos Aires comienza a verse
como una suerte de reedición del viejo proyecto inmobiliario que existió
durante la década del 90 en el área de Retiro, que buscaba construir un
gigantesco emprendimiento aprovechando los terrenos de las parrillas
ferroviarias, la zona portuaria y hasta las propias estaciones terminales de
Retiro, que quedarían desafectadas.
Especialistas internacionales en
transporte suelen destacar y elogiar que Buenos Aires haya conservado el
derecho de paso de los ferrocarriles y los terrenos que corresponden a la
traza, como una condición que permite la prestación efectiva o potencial de
servicios con los que otras metrópolis latinoamericanas apenas pueden soñar
–motivo por el que deben impulsar alternativas reconocidamente subóptimas como
el BRT o Metrobús–.
En este caso, sin embargo, se
estaría privilegiando el inmediato interés inmobiliario y del transporte
automotor antes que ejecutar una solución que conserve la capacidad de
transporte del ferrocarril. Significa que hasta que se construya la eventual
Red de Expresos Regionales anunciada en campaña, sobre cuya ejecución no hubo
desde entonces noticias concretas, Buenos Aires perderá gran parte de su
interconexión ferroviaria sin solución de continuidad.