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México: la tecnología 3D avanza en la construcción
MÉXICO.- El modelado en 3D ha revolucionado industrias como el cine, la medicina, diseño de interiores e incluso la arquitectura. Para este último segmento es que la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), se dio a la tarea de reunir a los especialistas en el Primer Congreso Internacional, donde el Modelo de Información del Edificio (BIM, por su sigla en inglés) fue el centro del debate.
El llamado modelado de información para la edificación es la generación y gestión de datos de un edificio durante su ciclo de vida, utilizando software dinámico de modelado en tres dimensiones y en tiempo real, para disminuir la pérdida de tiempo y recursos en el diseño y la construcción.
“Es como hacer legos”, explica en entrevista Héctor Quezada, director para México en Victaulic, empresa participante. BIM concierne tanto a la geometría, a la relación con el espacio, la información geográfica, las cantidades, propiedades de los componentes de un edificio y puede ser utilizado para ilustrar el proceso completo de edificación, mantenimiento e incluso de demolición.
Ángel Ramírez Zamudio, consultor y promotor de este nuevo paradigma para Grupo NyM, define el concepto BIM como “un ecosistema conformado por arquitectos, constructores, proveedores y todas las figuras que participan en el proceso de edificación de obras”.
Este concepto permite “reducir dramáticamente los tiempos de entrega de los proyectos y de las obras terminadas, gracias a la conjunción que hace de diversas tecnologías y, sobre todo, de los recursos humanos que aprenden a compartir información en beneficio del negocio”, dijo a digital bricks.
¿Podrá la tecnología de fabricación digital estar a la altura de sus promesas?
La representación asistida por computadora basada en objetos es un cambio sustancial en la tradicional elaboración basada en la representación vectorial. Sin embargo, México está aún en transición, aseguró Ramírez Zamudio.
“Con los procesos tradicionales cada quien trabaja por su lado, el arquitecto diseña, se lo pasa al estructurista y de ahí a los servicios (luz, sistemas contra incendio, agua, aire acondicionado, etcétera). Esto genera que cada semana se discutan todas las instrucciones, donde siempre falta o sobra algo.
Hoy ninguna obra termina en tiempo y en costo asignado. Con la tecnología BIM, aunque tarda más el proceso de planeación, no se frena el proceso”.
Para entender esta tecnología, tenemos que considerar que los costos en la construcción normalmente no están relacionados con la mano de obra, sino con atrasos, errores y desperdicios.
“En términos generales, al preguntar a un constructor los porcentajes de desperdicio general en una obra, lo calculan en 3%, pero la realidad es que se trata de mucho más. Cuando uno tiene un desperdicio mayor a 10% es de preocuparse, esto se traduce en mucho dinero”, aseguró.
El especialista explicó que a pesar de que este proceso de implementación tiene muchas expectativas para la reducción de costos y el aumento de la eficiencia, la realidad es que es un proceso y no ha sido tan sencillo, por lo menos en nuestro país.
Esta tecnología te permite hacer modelados en tiempos récord, desde la primera pieza hasta el último tornillo, pero para que realmente se den las promesas que trae esta herramienta, debe haber una comprensión por parte de todos los involucrados.
“En México estamos a medio camino, el conocimiento de las herramientas se tiene, pero también hay que involucrar a las personas y la manera de hacer las cosas, éste es un cambio y aprendizaje que viene con la herramienta y hoy en nuestro país estamos en esta etapa”.
Agregó que, aunque tenemos proyectos como el estadio de Monterrey o la Torre de Reforma, la implementación no se ha dado, pues los dueños no la entienden y porque quienes la ejecutan están aprendiendo y no se está trabajando en el conocimiento profundo, “el cambio de mentalidad”.
Aseguró que esta tecnología seguirá presente y ha hecho mucho sentido en otros países, como en Chile, donde a partir del 2020 será obligatorio el uso de esta tecnología para todas las construcciones públicas.
Fuente: El Economista.com.mx