China sigue aprobando medidas para evitar la fiebre en el mercado inmobiliario

MUNDO.- China ha empezado a poner trabas a su mercado inmobiliario para evitar que la escalada de precios que se está produciendo en el país desemboque en una burbuja.

En las últimas semanas, algunas de las principales ciudades del gigante asiático han puesto en marcha medidas destinadas a frenar la compra de viviendas que no sean habituales. Entre ellas están Pekín y varias capitales de provincia como Guangzhou, Zhengzhou, Changsha, Shijiazhuang, Nanjing, Qingdao y Sanya.

En términos generales, las barreras de contención pasan por aumentar los pagos iniciales para comprar una segunda vivienda, así como restringir las transacciones de segundas y terceras residencias, y frenar la concesión de crédito. Todo ello con el objetivo de enfriar el mercado inmobiliario.

Y es que los elevados precios que se están alcanzando en buena parte del territorio, principalmente en urbes como Pekín, Shanghái y Shenzhen, empiezan a expulsar del mercado incluso a los ciudadanos de clase media alta. Éste es el caso de un licenciado en la Universidad de Pekín que trabaja en un importante instituto de investigación, que escribió en el portal Zhihu que se veía obligado a abandonar la capital porque no podía permitirse comprar una vivienda.

En los dos primeros meses de 2017, el mercado inmobiliario chino no ha dado síntomas de agotamiento. Los precios de las casas están subiendo a ritmos de dos dígitos en términos interanuales, la inversión está en su nivel más alto en dos años y las ventas de suelo crecen en torno al 25% interanual.

El Banco Popular de China reconoce que se deben vigilar los síntomas del mercado para evitar una burbuja, aunque las autoridades también son conscientes que la buena marcha del negocio está impulsando la economía. De ahí que muchos analistas no vean claro cómo evolucionarán las políticas relacionadas con el ladrillo.

Según el jefe de estrategia para el mercado chino de UBS Securities, la sostenibilidad del repunte del mercado inmobiliario no está clara y depende de las futuras políticas hipotecarias. El experto cree que la tendencia es incierta y que su contención puede lastrar el crecimiento económico de la superpotencia en el segundo semestre del año.