Para los británicos, invertir en el mercado inmobiliario español es un riesgo alto

MUNDO.- “No haga negocios inmobiliarios en España sin un abogado”. “Pero por favor, primero verifique que tiene título y que está colegiado”. Este es uno de los consejos prácticos que ofrece a través de la web spanishpropertyinsight.com. El responsable de la web es Mark Stucklin, experto en el mercado inmobiliario español, columnista de The Sunday Times y autor de libros sobre el mercado español. Los contenidos de la web abarcan desde consejos prácticos, hasta informes y oportunidades.

A través de su web para británicos, da recomendaciones a sus compatriotas sobre cómo evitar algunos sustos cuando tengan que comprar o vender sus propiedades en España. Los mayores inversores extranjeros en nuestro mercado inmobiliario son los ingleses. Pero muchos están saliendo por la amenaza del Brexit.

En uno de sus últimos artículos, la web presenta algunas guías para británicos expatriados y así evitar engaños en el mercado español a la hora de comprar o vender propiedades. Para empezar, si se contrata a un abogado local de verdad se evitarán las estafas o las comisiones voluminosas. Y además, el abogado puede hasta conseguir pagar menos impuestos a la hora de vender la casa o el piso.

¿Cuáles son los riesgos en los que puede caer un inversor británico que quiera vender su propiedad? El abogado Raymundo Larrain Nesbitt los enumera en la web:

1. El vendedor vende su casa y va a un notario, donde le pagan con dinero falso. Cuando se da cuenta, ya no hay forma de deshacer el contrato. Se queda sin casa y sin dinero.
2. El vendedor confía en una agencia inmobiliaria ‘con reputación’ pero uno de sus agentes, sin que él lo sepa, redacta un contrato de compraventa con una comisión elevadísima, y se la cobra aunque la operación no se realice.
3. El vendedor se deja convencer por un amigo británico para que le deje un Poder pues así se evita pagar abogados. Con el tiempo, desaparece el amigo con el dinero de la venta, y el primero se queda sin casa y sin dinero.
4. Al vendedor le dejan una señal en dinero fresco. Pero le convencen para que se salte los abogados y vayan directamente al notario para vender la propiedad. Problema: el contrato puede adolecer de fallos y ya es demasiado tarde para corregirlos.
5. El vendedor deja un poder a un amigo con el que jugaba al golf, y este vende la propiedad al precio pactado. Pero un día leyendo el periódico, el antiguo propietario se da cuenta de que los no residentes en España obtienen una rebaja del 5% en los impuestos: ¿quién se quedó esa cantidad?
6. Un agente inmobiliario le pide al propietario que le permita cierto margen de maniobra para rebajar la propiedad porque el mercado está muy difícil. Pero este agente se pone de acuerdo con el comprador en hacer una rebaja menor. La diferencia se la queda el agente.