Indices e Informes
Las diez empresas más beneficiadas por el boom de la obra pública de Macri
ARGENTINA.- Son pocos los sectores de la economía que pueden darse el lujo de sumar meses récords desde que Cambiemos asumió en el poder.
De ese acotado grupo, la obra pública emerge claramente como la gran protagonista, impulso que se evidencia en la gran cantidad de autopistas, rutas y caminos en los que se vienen avanzando: hoy día, se contabilizan cerca de 1.200 kilómetros en construcción en todo el país.
Ya se terminaron cerca de 300 kilómetros, se pavimentaron otros 1.300 de rutas y se están rehabilitando cerca de 11.000 adicionales.
Hacia fines de 2017, sólo con el desarrollo de caminos se batió la marca histórica de consumo de asfalto vial: 580.000 toneladas en doce meses.
Para este año, la meta del oficialismo es invertir en obra pública la friolera de $13.690 millones, monto 20% superior al de 2017. Y, para 2019, el Gobierno apuntará a incrementar 200% el presupuesto para iniciativas de esa índole.
Como es de suponer, las "mieles" de tamaño envión no sólo endulzan el ánimo de los funcionarios, sino también el de importantes empresas, que sienten que están en una sintonía casi perfecta con el macrismo. Y no es para menos, ya que ese buen entendimiento les ha permitido alzarse con jugosos contratos.
En el último bienio, unas 30 compañías -nacionales e internacionales- se repartieron más de $73.500 millones destinados a obras de este tipo, entre financiamiento local y externo.
De ese total, estos 10 privados se han consolidado como los grandes "barones" de la obra pública macrista:
En este último caso, su sede en España entró en concurso de acreedores, la firma tuvo que dejar de operar en Argentina y sus desarrollos serán redistribuidos entre terceros.
Detrás de estos diez nombres se ubican otros tres más conocidos:
- Benito Roggio
- Siemens
- Techint
Mucho más abajo en el ranking de los favorecidos aparece la constructora que Nicolás Caputo, amigo de Macri, le vendió recientemente a TGLT.
Y también SACDE, la ex IECSA que Marcelo Mindlin le adquirió a Ángelo Calcaterra, primo del Presidente.
"Durante la etapa kirchnerista, era usual encontrar a Electroingeniería o a empresarios como Lázaro Báez o Cristóbal López entre los más beneficiados", recordó a iProfesional un especialista que sigue de cerca las licitaciones oficiales.
"Esto ha ido cambiando con ascensos como el de Uribelarrea, si bien Homaq, Cartellone y Supercemento también estuvieron muy activas con el Gobierno anterior", añadió.
El "emergente"
El acumulado de proyectos obtenidos posiciona al empresario Manuel Santos Uribelarrea como uno de los grandes ganadores de la obra pública macrista.
A través de su controlada UCSA -de forma directa o vía asociaciones- interviene en contratos que suman $3.300 millones.
También pisa fuerte en el negocio de la energía. De la mano de MSU Energy, se alzó con la licitación para desarrollar tres centrales térmicas junto con General Electric.
El año pasado, a MSU le fueron adjudicados dos proyectos de cierre de ciclo en la provincia de Buenos Aires (209 megavatios) y otro de co-generación en Córdoba (99 megavatios).
Asimismo, participa en la recuperación del ferrocarril Belgrano en provincias como Santiago del Estero, Salta y Jujuy.
Además, en la construcción de una parte de la autopista 7 en Buenos Aires ($702 millones) y en la instalación de cloacas y cañerías de gas en la Villa Olímpica que la Ciudad viene desarrollando en Villa Soldati.
Con menos de 40 años, Uribelarrea es conocido en el ámbito agrícola por su desempeño en la siembra y exportación de soja. Comenzó a formar parte de los procesos licitatorios de obra pública en 2011.
En 2014, por ejemplo, recibió luz verde para participar de la construcción de parte del Gasoducto del Noreste, en Chaco, en un proyecto valuado en $1.430 millones.
Ese mismo año, en alianza con otras firmas, se alzó con un contrato por $1.648 millones para instalar gasoductos en Santa Fe.
"Los proyectos en los que interviene con este Gobierno corresponden a licitaciones obtenidas en 2016", afirmaron a iProfesional fuentes de UCSA. Ante la consulta de este medio, señalaron que muchas de estas iniciativas se llevan a cabo bajo la forma de UTE (unión transitoria de empresas).
"En la renovación de infraestructura del Belgrano, en Santiago del Estero, la UTE se conforma con Rottio SA. UCSA tiene el 65%", precisaron desde la empresa de Uribelarrea.
"En la recuperación del mismo ferrocarril en Salta y Jujuy, la UTE se comparte con Spavias y Copersa. UCSA sólo posee el 34%", añadieron.
En las obras pautadas para la ruta nacional 7, las dos secciones se desarrollan con Homaq y Dos Arroyos. En ambos casos, UCSA tiene el 33,33%.
"Entre las dos UTE, a la compañía le corresponden $1.131 millones por las obras", especificaron las fuentes interpeladas.
Protagonista de peso
Supercemento también basa su fuerte protagonismo en las obras viales.
En octubre de 2017, por citar un caso, le fue adjudicada la transformación en autopista del primer tramo de la ruta 33, entre Rufino y Rosario.
Compartirá el desarrollo con Cartellone, en un emprendimiento que será financiado por Nación y que involucra un monto de casi $3.700 millones.
En diciembre, Supercemento inició los trabajos de repavimentación en la intersección de la ruta nacional 8 con la provincial 50, al tiempo que avanzó con una planta potabilizadora en Paraná de las Palmas.
A la par, en Chaco, suma presencia con el acueducto "El Impenetrable", en alianza con Esuco, por un total de $315 millones.
Además, esta empresa forma parte en obras cloacales: en septiembre de 2016, se quedó con un proyecto en Córdoba por $3.400 millones.
Sumado al desempeño en emprendimientos viales y de infraestructura, también opera en el ámbito energético y en proyectos portuarios.
De acuerdo a Obrapública.com, en lo que va del macrismo la firma sumó participación en obras por $6.051 millones.
La que se está yendo
Entre las más beneficiadas por el boom de obra pública aparece Isolux Corsán, con logró hacerse de iniciativas por más de $5.100 millones.
No obstante, debió iniciar su salida de Argentina luego de que su sede, En España, entrara en convocatoria de acreedores.
Hasta hace poco, marcó fuerte presencia en el sector energético local, donde puso en marcha la central de ciclo combinado de Loma de la Lata, en Neuquén y construyó para Enarsa dos centrales de ciclo abierto.
También realizó tendidos eléctricos en algunos puntos del país.
Isolux también formó parte de la UTE que se adjudicó la construcción de la represa Chihuido en Neuquén.
Durante el macrismo, le fueron adjudicados proyectos millonarios como el tramo A del Paseo del Bajo, por casi 100 millones de euros.
Además, Vialidad le otorgó tramos de la Ruta Nacional 3, en Chubut, y en la ruta provincial 12, en Córdoba, por 54 millones de euros en este último caso.
La obra más importante obtenida es la construcción de la central de generación eléctrica de Río Turbio, en Santa Cruz, proyecto por el que la Justicia le "cayó" a Julio de Vido por innumerables irregularidades.
Por esas irregularidades, el Ministerio del Interior sancionó a Isolux y la suspendió por cinco meses del registro de constructores.
Otras protagonistas
Copersa (Constructora Perfomar), viene de quedarse con la ampliación del puerto de Ushuaia, en Tierra del Fuego ($320 millones).
Propiedad de Martín Gavio y Martín Migueletes, inició obras de defensa en zonas ribereñas del Chaco, en iniciativas derivadas de una licitación por $124 millones.
En sociedad con la brasileña Spavias, otra de las protagonistas de la obra pública macrista, también ganó la renovación de 416 kilómetros de vías del ferrocarril Belgrano Cargas en Salta y Jujuy ($5.300 millones).
En tanto, ACS forma parte del paquete accionario de Autopistas del Sol y participa de proyectos en alianza con desarrolladoras como Dycasa.
La firma, que tiene como director a Florentino Pérez, mandamás del Real Madrid de España, está entre las que pugnan por quedarse con la megaobra del túnel binacional Agua Negra, iniciativa de u$s1.500 millones.
Entre las que marcan el ritmo de la obra pública resta mencionar a Pietroboni, proveedora de asfalto, con trabajos adjudicados en las rutas 12 y 19. Es una de las que encabeza la provisión del insumo clave para la expansión de los caminos.
Su operatoria no está exenta de polémicas: en septiembre, provocó un gran desastre ambiental al verter mezclas de asfalto en un curso de agua entre las localidades entrerrianas de General Campos y San Salvador.
Por último, resta mencionar la participación de Cartellone, una de las constructoras más tradicionales de la Argentina. Opera en sociedad con Supercemento en la concreción de obras en la ruta nacional 33 y también en la planta potabilizadora de Paraná de las Palmas.
A principios de año, obtuvo el aval para construir la cárcel mendocina Almafuerte II en alianza con Obras Andinas, emprendimiento valuado en $1.334 millones.
Homaq, comandada por José Darío Clebañer, ha sido siempre cercana a los movimientos de Chediak.
Esta última es otra constructora con operaciones en el ámbito vial y está liderada por el empresario Juan Chediak. Junto con Dos Arroyos, de gran presencia en el desarrollo de infraestructura en la Patagonia, completan la nómina de las firmas que más dicen presente en los proyectos oficiales.