Indices e Informes
Qué acciones de empresas ganarán con los créditos hipotecarios y la obra pública
ARGENTINA. - Cuando un sector se gana la etiqueta de "locomotora"nde la economía, como sucede con la construcción, no hay inversor -ya sea un pequeño ahorrista o un gran fondo de asset management- que quiera quedarse afuera de la fiesta.
En algunos países, los rubros estrella son el tecnológico o la energía. En otros el farmacéutico o el de transporte, dependiendo de cuál sea el punto fuerte en el plano económico y las prioridades a nivel gubernamental.
En la Argentina de hoy, sin dudas que la rama de actividad que está en ojos de todos es la construcción. Tal es así que la obra pública y el boom del crédito hipotecario están empujando la recuperación del PBI.
Este notable impulso se refleja en el mundo de las finanzas y tiene su correlato en varios papeles que son verdaderas "perlitas", por su gran potencial de crecimiento.
Muchas de estas empresas tienen "perfil bajo" y forman parte del Panel General y no del Merval. Sin embargo, esto no le quita méritos a la hora de medir su evolución en el mercado.
La gran diferencia con las que participan del principal índice radica en que no tienen un volumen de negocios lo suficientemente grande como para sumarse a las líderes.
"Las acciones que conforman el Panel General permiten que inversores puedan canalizar su dinero en la economía real. Es decir, a empresas que no están incluidas en el listado de las líderes", señala Gabriel Holand, CEO de HR Global.
Varias de ellas son recomendadas para el mediano plazo y tienen colgadas el cartelito de "cautela", ya que no cuentan con la liquidez suficiente como para que sean compradas y vendidas rápidamente.
"Para evitar problemas, conviene indagar si cotizan habitualmente, qué montos se operan y cuál es el porcentaje del paquete accionario en manos de particulares", expresa Holand.
Agustín Cramo, experto en mercados de capitales, recomienda avanzar en alguna de estas "tapadas" y afirma: "Hay mucho valor en varias empresas chicas".
En su visión, pueden ofrecer muy buenas ganancias por dos razones: el empuje que el macrismo da (y dará) a la obra pública y porque Argentina, más temprano que tarde, dejará de ser catalogada como "mercado de frontera" para ascender a categoría "emergente".
Las "perlitas" de la construcción
Entre las acciones "elegidas" por su potencial alcista, aparecen tanto las de aquellas firmas que participan de modo directo en la construcción como las que se vinculan de manera indirecta.
Es decir, de cementeras, siderúrgicas y firmas desarrolladoras a las que producen línea blanca o sanitarios.
Dentro de las líderes, los analistas coinciden en ponerle fichas a Minetti (Hollcim Argentina) y a Siderar.
- Los papeles de JMinetti acumulan una suba del 77%
- Los de Caputo, un 68%
- Los de Siderar, casi un 45%
Quién es quién en el sector
1. JMinetti: es la denominación bursátil de Holcim Argentina. La empresa es líder en la industria de la construcción por su producción de cemento, hormigón y pétreos.
2. Siderar: pertenece al Grupo Techint y es el mayor fabricante de acero en Argentina.
Abastece a múltiples industrias y sectores como el de la construcción, automotriz, autopartes, envases, electrodomésticos y maquinaria agrícola.
3. Caputo: es uno de los principales referentes entre las constructoras nacionales en obra pública y privada. Cotiza en Bolsa desde 1955.
4. Domec: se especializa en cocinas. Está íntimamente ligada al sector de la vivienda (produce 15.000 artefactos mensuales) si bien no es proveedora directa en construcción.
5. Dycasa: se dedica al desarrollo de grandes proyectos y a la explotación de concesiones de servicios y obras (públicas y privadas).
Cuenta con el apoyo y la experiencia de Dragados S.A., constructora líder de España, y de su holding, el Grupo ACS.
6. Ferrum: es el mayor fabricante de productos para sanitarios del país, incluyendo hidromasajes, lavatorios, bañeras, muebles y espejos.
7. Roggio: "peso pesado" de la obra pública, participa en licitaciones de obras de gran porte. Además, gestiona servicios públicos en el área del transporte.
Si bien sus acciones no cotizan en la bolsa porteña, emite deuda en forma de Obligaciones Negociables.
¿Cómo medir si una acción está cara o barata?
Al momento de elegir el papel de una empresa, los analistas tienen en cuenta varios factores:
1. Su posición competitiva
2. Si opera en un sector con injerencia estatal
3. Su situación patrimonial
4. La evolución de sus resultados
Los operadores miran también otros indicadores, como ser:
5. El ROE (Return On Equity)
En tanto, en el Panel General hay mayor variedad de opciones: desde la constructora Caputo a firmas que proveen de equipamiento para el hogar, como Ferrum o Longvie.
El consenso en la City es casi unánime: no sólo capitalizarán los beneficios de la mayor actividad pública sino también privada.
Estas preferencias también se sustentan en el recorrido que vienen experimentando en lo que va del año:
Relaciona el beneficio económico con los recursos que se necesitan para obtenerlo.
La rentabilidad sobre el patrimonio, junto a otro indicador (la reinversión de utilidades) son dos parámetros básicos para determinar la tasa de crecimiento de las ganancias de una empresa.
En este sentido, se destacan los ROE de Dycasa, JMinetti y Caputo, ya que van del 30% a casi el 70% (ver cuadro):
6. Capitalización bursátil
Surge de multiplicar la cantidad de acciones por el precio unitario de mercado. Es importante para determinar la liquidez del papel.
En este sentido, existe una diferencia sustancial entre la valuación de firmas que cotizan en el Merval respecto a las que no forman parte.
Por ejemplo, la valoración de Siderar ($60.000 millones) o la de JMinetti ($21.000 millones) se distancian una enormidad de las de Domec ($187 millones) o Colorín ($246 millones).
7. "Price Earning" (P/E)
Surge de dividir el precio de una acción (P) por la ganancia contable (E) que obtuvo la empresa en términos anualizados.
Para los operadores, muestra "cuántos años se necesitan para recomprar un papel" (si es que la compañía logra hacia adelante beneficios similares al último registrado).
Este indicador se expresa en años: si, por ejemplo, el P/E es de 4, se requerirá de unos cuatro años (de ganancias) para recuperar lo invertido.
En general, conviene que ese número sea bajo, ya que ese papel se recompraría más rápido.
No obstante, las empresas de un determinado sector pueden tener un Price Earning muy diferente al de otras compañías que se desenvuelven en una rama de actividad distinta.
De todos modos, los analistas suelen hacer referencia a "sobrevaluada" cuando una firma tiene un P/E alto y a "subvaluada" si es bajo.
8. Target Price de la acción
Es la relación entre el precio actual del papel y el máximo que alcanzó en su pasado más reciente.
Las acciones que por estos días aparecen más atrasadas -con respecto a sus registros anteriores- son las de Colorín (53%) y las de Domec (42%).
En tanto, las de JMinetti, Caputo, Ferrum, Fiplasto y Siderar tienen un "upside" menor al 10%.
Cuando los niveles son demasiado elevados o extremadamente bajos, debe observarse que no hayan ocurrido hechos extraordinarios, como por ejemplo que los inversores hayan adelantado o retrasado sus compras.
Construcción y obra pública, sin límites cercanos
Tal como diera cuenta el sitio iProfesional, las expectativas de cara a lo que viene son más que alentadoras para el sector de la construcción, motorizado en gran medida por el boom de créditos hipotecarios que ajustan por índice UVA.
La previsión oficial que los bancos -públicos y privados- lleguen a los 50.000 créditos en 2017, y que esa cifra siga subiendo exponencialmente hasta llegar al millón de créditos en 2023.
La visión de los funcionarios es que el margen de crecimiento es muy amplio. Es que la proporción de hipotecarios en relación con el PBI en Argentina es de apenas el 0,8%, mientras que en Estados Unidos supera el 77%, en Chile el 23% y en Brasil el 8%.
En lo que respecta a la obra pública, la previsión oficial también es por demás ambiciosa:
- Los últimos registros de Vialidad dan cuenta de un récord en el uso de asfalto vial para rutas, autopistas y pavimentación de calles.
- En los primeros ocho meses se utilizaron casi 400.000 toneladas de asfalto vial, el equivalente a construir una autopista doble mano desde Ushuaia hasta La Quiaca (4.400 kilómetros).
Según el Gobierno, este verdadero boom de obra pública está dejando un stock de infraestructura que beneficiará al país por al menos una década.
"Estamos haciendo obras para los próximos diez años", aseguró días atrás a iProfesional Javier Iguacel, director de Vialidad Nacional.
Él es, precisamente, quien tiene a su cargo la obra pública que a diario el Gobierno se jacta de estar ejecutando a un ritmo acelerado e histórico.
"De los 2.800 km de autopistas previstos en el Plan Vial Federal para el 2019, la mitad ya está en curso", indica el funcionario.
Sumado a lo anterior, expresa que ya está en ejecución 1.000 kilómetros de pavimentaciones y más de 10.000 km de rehabilitaciones en todo el país.
Pese a la grandilocuencia de estos números, la previsión de los analistas es que los emprendimientos privados irán creciendo hasta ubicarse por encima de los desarrollos encarados por el Estado.
"La construcción cerrará el año con un alza del 10%. Si bien la obra pública seguirá siendo clave, con el tiempo el mayor impulso provendrá del sector privado, a partir de la fuerte expansión del crédito hipotecario", señalan desde la consultora LCG.
Pablo Lara, de Estrateco Consultores, coincide en señalar que en 2018 se invertirán los roles y los emprendimientos privados superarán a los que se gesten a partir de la billetera estatal.
En el medio, también comenzaron a ganar protagonismo los desarrollos mixtos. Es decir, los "PPP" que combinan participación pública y privada.
Todo este auge está siendo decodificado por los inversores, que buscan sacar rédito apostando -desde ahora- a los papeles de empresas ligadas al rubro del ladrillo e infraestructura.
La carrera, por cierto, ya comenzó. La City, tantas veces acusada de estar ajena a la economía real, encuentra en estas empresas la posibilidad de "hacer su aporte" y, de paso, hacerse de una buena renta.