Indices e Informes
La construcción se recupera a ritmo lento pero avanza hacia la reactivación
ARGENTINA.- Luego de siete meses de caída continua, la actividad de la construcción pareciera estar mostrando sus primeros brotes verdes, de la mano de la reanudación del plan de obras públicas, a nivel nacional, provincias y municipios, y mejores perspectivas en cuanto a la construcción privada.
Los desarrolladores buscan posicionarse para cuando la actividad se dinamice y el Gobierno pone sus fichas en la obra pública como uno de los reactivadores de la actividad económica. Tras una primera parte del año en la que las obras públicas virtualmente se paralizaron –hubo que poner al día el pago a proveedores y re determinar de costos por la inflación- el mes de agosto pareció marcar un punto de inflexión.
Pero aún es prematuro afirmar que la industria de la construcción comenzó un nuevo ciclo de crecimiento. Los indicadores laborales denotan la fuerte retracción que la actividad atraviesa desde el último tramo de 2015 y fuentes del sector calculan que en los últimos doce meses (hasta julio) se perdieron casi 60.000 puestos de trabajo en la actividad.
Según el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) que elabora el Indec, en agosto se registró un retroceso del 3,7% respecto del mismo mes de 2015, luego de caídas interanuales más pronunciadas en junio (-19,6%) y julio (-23,1%).
En los primeros ocho meses del año, los insumos que más cayeron en términos interanuales fueron los vinculados a la obra pública como asfalto (-30,1%), hierro redondo para hormigón (-19,0%) y cemento portland (-12,5%). No obstante, en agosto el consumo de asfalto creció 25,3% y el de cemento 6,8% interanual, dos datos alentadores.
Analistas del mercado sostienen que ya se han removido algunos de los principales obstáculos que afectaban el desarrollo de la actividad pero aún faltan algunos drivers para impulsar al sector, como el financiamiento, la simplificación de reglamentaciones para construir, y sin dudas, también mayor certidumbre sobre el futuro de la economía.
La encuesta cualitativa de la construcción que elabora el Indec a grandes empresas constructoras señala que éstas “muestran expectativas favorables con respecto al nivel de actividad esperado para el período septiembre/octubre/noviembre del año 2016”. El 51,1% de las empresas dedicadas a la obra pública cree que la actividad aumentará en el próximo trimestre, mientras que 41,9% dice que no habrá cambios.
“En agosto hubo tres hechos que son indicadores de un cambio de tendencia, aumento del consumo de asfalto, 5.000 nuevos puestos de trabajo y mayor despacho de cemento”, asegura Juan Chediack, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción.
El empresario sostiene que hay mayor dinamismo en la obra pública (ferrocarriles, vialidad y el Plan Nacional de Agua) y destaca que “ya pasamos el fondo del valle, por lo que el año va a terminar bien y el 2017 va a ser muy bueno”.
Para Walter Agosto, especialista en política fiscal de Cippec, “el 2016 será un año de transición para la obra pública”. Analizando los números oficiales, afirma que mientras la inversión real directa crece 11% en lo que va del año, las remesas a las provincias para financiar obras tienen una caída de 17% en términos nominales. Pero rescata que “los números del presupuesto 2017 permiten suponer que la obra pública será la gran apuesta del Gobierno el año próximo”, con un crecimiento de la inversión real directa de 31,3% y transferencias a provincias de 40%.
Cuestión de costos José Rozados, titular de Reporte Inmobiliario remarca que la construcción “todavía está prendiendo los motores”, se ve una mejora en las expectativas pero “no están en funcionamiento todas las medidas de incentivo, sobre todo para el sector privado”. Cree que hoy “no hay una alternativa al inversor tradicional, el que tiene excedente de capital”, asegura que no hay créditos intermedios para el desarrollador y para el comprador particular “los créditos UVI son el único mecanismo posible en un contexto de inflación”.
Ciertamente, el alza generalizada de precios impacta en la actividad. Según el índice del costo de la construcción del Indec el acumulado enero-agosto arroja un incremento del 23,1% respecto del mismo período del año anterior.
Rozados señala que los costos de construcción para desarrollar un edificio en propiedad horizontal “se estabilizaron en los últimos 120 días”. Con números en la mano explica que “un departamento estándar se construye en Almagro por 500/600 US$/m2, mientras que en Núñez puede ir de 750 a 800 US$/m2 y en Palermo es difícil encontrar por menos de 1000/1100 US$/m2”. La diferencia -apunta- es el precio de la tierra.
Para Damián Tabakman, especialista en desarrollos inmobiliarios, “el mercado todavía está reacomodándose lentamente, no se nota una reactivación pronunciada”. Explica que en un año el costo de la construcción “subió más del 50% en dólares” (comparado con el blue en 2015) debido a la inflación y el nuevo tipo de cambio, mientras que la tierra aumentó un 20/25%”. Respecto a nuevos emprendimientos, Tabakman deja una frase inquietante: “Como todo en la Argentina, el inversor mira con mucha atención, esperando el momento pero, por ahora, sin poner la plata”.