Entrevistas
Gerardo Wadel: “Argentina es un país con escasa cultura de ahorro en materia de energía”
En tiempos en donde recibimos boletas de luz y gas con tarifas por las nubes y donde los diferentes gestiones de gobierno de las últimas décadas no han podido establecer parámetros para mejorar la matriz energética, es necesario aprender un poco más sobre el mundo del ahorro energético, un eslabón que nos involucra a todos. El famoso arquitecto Gerardo Wadel, asesor de ANDIMA (Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes), habló con InformeConstrucción.com y nos abre el camino hacia la sustentabilidad y la eficiencia energética
InformeConstrucción.com: ¿Cómo evalúa la implementación de mecanismos para la eficiencia energética en el mundo?
Gerardo Wadel: La experiencia de países que se han propuesto hacer masivo el uso de la aislación térmica, como España, demuestra que la acción combinada entre capacitación profesional, la actualización de la normativa y el desarrollo técnico de productos, mejora la calidad de la construcción al nivel que exigen desarrolladores, profesionales, técnicos, usuarios, etc., incluso cuando no es obligatoria. Esta combinación hace que la aislación térmica haya llegado para quedarse. La sustentabilidad y la eficiencia en la edificación debe ser entendida como una relación de calidad, de tipo ambiental, que vincula recursos invertidos (suelo, energía, materiales, agua), los residuos generados (emisiones de CO2, residuos sólidos, aguas residuales), con una cierta habitabilidad, que es el servicio que presta la arquitectura. Habitabilidad entendida no solo como espacios determinados sino como prestaciones estéticas, funcionales y de confort, donde la calidad ambiental es mayor cuanto menor es la cantidad de recursos y residuos asociados.
I.C.: Particularmente en Argentina, ¿Somos conscientes de la necesidad de ahorrar energía?
G.B.: Argentina es un país con escasa cultura de ahorro en materia de energía; no se logra ver aún que la eficiencia energética es una fuente nueva de energía, ya que con muy pocas inversiones y cambios es posible generar grandes ahorros. Al respecto, las construcciones eficientes energéticamente tienen un rol fundamental y presentan una gran oportunidad para el sector de la construcción e inmobiliario.
No se tiene consciencia ni el suficiente conocimiento, que hacer eficiente una vivienda, significa hacer un mejor uso de los recursos, promover la seguridad y la eficiencia energética, lo cual también habilita a una larga lista de beneficios, ya sean económicos, medioambientales, como de salud y confort. Las instancias activas de ahorro pueden ser alternativas que colaboran para reducir el consumo de energía en un hogar (con artefactos y electrodomésticos etiquetados clase A, se logra un 9% de ahorro de energía; con calefones solares y artefactos sin piloto, un 18%). Sin embargo, una familia podría ahorrar hasta un 35% de energía y un 70% en las facturas de gas y luz, energías usadas para climatización, si migraran o contemplaran el uso de aislación térmica en sus viviendas, colaborando no solo con su economía, sino con la energía de todo el país. La envolvente con aislación térmica eficiente es la "tercer piel" de la persona; permite aislar el hogar de la intemperie, lograr condiciones de confort en un ambiente, satisfaciendo necesidades de calefacción o refrigeración en horarios o épocas extremas y con un consumo mínimo de energía o gas.
I.C.: ¿Cómo evalúa la actitud del Gobierno y de las diferentes instituciones locales en este sentido?
G.B.: De a poco hay señales de voluntad política y empresarial para lograr ahorro energético y más aún para el desarrollo de construcciones eficientes energéticamente, que justamente son las que no solo ayudarían a aplacar el gasto energético del país, sino también colaborar con la reducción de los gastos de las familias argentinas. Particularmente en lo que respecta a construcciones eficientes energéticamente y al uso de materiales de aislación térmica eficientes, hoy lamentablemente se cumplen los mínimos requisitos de la legislación vigente en la provincia de Buenos Aires. En nuestro país existe a nivel nacional el Decreto 140 del año 2007, que fomenta el uso racional y eficiente de la energía en las edificaciones y el aislamiento térmico entraría dentro de este requerimiento. Así mismo, en la provincia de Buenos Aires se promulgó la Ley 13.059 de acondicionamiento higrotérmico en 2003 y a nivel municipal varias jurisdicciones han basado ordenanzas en esta Ley provincial, como son la Ciudad de Rosario, la Ciudad de Buenos Aires y la Ciudad de Neuquén. En todos los casos, estas leyes y ordenanzas implican la aplicación de las Normas IRAM de acondicionamiento térmico, con exigencias de niveles de materiales de aislación térmica eficiente.
I.C.: Hoy está en boca de todos las altísimas tarifas de luz y gas que la ciudadanía está afrontando…
G.B.: En este punto es importante entender también que la aislación térmica eficiente es un esquema ganar – ganar, porque beneficia a: al sector de la construcción, siendo más competitivos; las empresas de servicio, ya que pueden proveer con la misma infraestructura, al doble de construcciones; al estado, generando ahorro de energía y menos gastos; a los bancos, garantizando el repago de sus créditos; y principalmente y como ya dijimos, a las personas ahorrando costos mensuales.
I.C: ¿Todavía queda mucho que aprender? ¿Cuáles serían los desafíos a mediano y largo plazo?
G.B.: Desde ANDIMA vemos diferentes niveles de desafíos y más si se tiene en cuenta los recientes aumentos de tarifas en nuestro país. En primer lugar, el gran desafío es que el sector de la construcción entienda que la energía más barata es la que no se gasta. Si nos referimos específicamente a la climatización de un hogar, para ahorrar energía que se usa para calefaccionar, es necesario lograr que aquella energía sea mínima y que se conserve; y esto se logra con materiales de aislación térmica eficientes. Es importante entender la importancia de mejorar la calidad de las envolventes edilicias con las aislaciones térmicas e hidrófugas, si queremos lograr cambios energéticos.
Otro gran desafío está en las decisiones que se toman a la hora de planificar y distribuir los gastos y costos en una construcción. La aislación térmica representa un porcentaje muy bajo dentro de los costos que puede insumir una obra; el 1,5% y por única vez. Si dentro de los costos a contemplar utilizamos este 1,5% en aislación térmica, el resto de las decisiones se verían condicionadas positivamente, seguramente teniendo que contemplar la instalación de menos artefactos u otro tipo de sistemas de climatización, lo que ayudaría a consumir el mínimo de energía. Y por último, pero no menos importante, siendo la misión de ANDIMA promover activamente la aislación térmica eficiente en la construcción y su correcta aplicación, creemos que todos los que formamos parte del sector tenemos como gran desafío y trabajo, que es el de informar, capacitar y brindar las herramientas y servicios necesarios a todos los actores y eslabones que intervienen en el proceso de la construcción sustentable, para lograr los niveles de eficiencia energética que necesita el país.