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Aumenta la preocupación en la construcción por el aumento de los faltantes
El mundo de la construcción atraviesa momentos de incertidumbre y especulación ante un escenario de faltante de insumos que se encamina a agudizarse durante el verano. Al cierre repentino de numerosos corralones para las fiestas y por todo enero, se suma la denuncia de los gremios de que las fábricas de ladrillos comunes anunciaron que pretenden retomar la actividad recién en febrero, a contramano de su operatoria habitual, que se frena recién en abril.
El boom de refacciones hogareñas producto del mayor tiempo que pasan las familias en sus hogares por el coronavirus y la disparada en el blue que abarató a mínimos el costo de los materiales medidos en dólares generó un desabastecimiento que lentamente comenzó a trasladarse a los precios. De acuerdo al Indec, en septiembre, octubre y noviembre los precios de los insumos para el sector avanzaron 5,6%, 7,8% y 7,5%, respectivamente. Cemento, ladrillos cerámicos, arena fina y acero, encabezaron las subas durante los últimos meses.
Según BAE Negocios, no casualmente, la arena y los ladrillos son acaso los dos elementos que más cuesta conseguir en los corralones. Se pudo verificar que en diversas zonas de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense hubo un sugestivo cierre de estos establecimientos, que llamativamente adujeron entrar en período vacacional por todo enero.
Es que usualmente los comercios interrumpen sus actividades por las fiestas, pero luego retoman en los primeros días del año. Por lo que en el sector se comentaba que este parate acordado para el verano era acaso la antesala de un fuerte ajuste en los valores de los materiales cuando volvieran a abrir.
Lo que sí ya comenzó a generar alarma entre algunos de los sindicatos que tienen incidencia en el rubro, es la decisión de algunos fabricantes de ladrillos comunes de dejar de producir durante todo enero y retomar las ventas en febrero, situación nunca vista hasta ahora y que los gremios denuncian tiene un único fin especulativo.
“En la última semana vimos que las fábricas que no tienen ladrillo piensan vender en febrero, y no en enero. No se trata de un caso aislado y creemos que hay algún grado de especulación, porqua la temporada de producción es entre agosto y abril, por cuestiones climáticas”, explicó ante la consulta de este medio Luis Cáceres, del sindicato de ladrilleros.
“Justamente enero es el tiempo en el que se acopia para después vender en invierno, cuando el precio sube”, añadió. “Históricamente, en enero se trabaja muy fuerte”, aclaró Cáceres.
El sindicalista recordó que su gremio cerró una paritaria del 48%, lo que consideró “histórico”. “En la provincia de Buenos Aires el precio de los mil ladrillos pasó de $6.000 o $7.000 a $14.000 y ahora vamos a ir a negociar los aumentos salariales con esa referencia”, advirtió.
“No sabemos si la falta de insumos es por precio, inflación, nadie sabe bien a qué obedece, pero lo cierto es que hasta ahora no llegó al punto de paralizar obras”, matizaron desde la Uocra.
Por su parte, Domingo Moreira, del sindicato de ceramistas, puntualizó que las fábricas de ladrillos huecos “venden todo lo que producen” y tienen sus depósitos vacíos por el ritmo elevado que mantienen las fábricas, que llegan a pagar entre $7.000 u $8.000 por el trabajo de un feriado.