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Construcción: Así es el protocolo de trabajo presentado por las empresas para volver
ARGENTINA (Buenos Aires) .- En los últimos días, distintas cámaras ligadas a la construcción y a los negocios inmobiliarios de la provincia de Buenos Aires insistieron en la necesidad de que estos sectores vuelvan a la actividad con el argumento del impacto positivo que tienen en el empleo.
En este sentido, la Cámara Argentina de la Construcción Delegación Provincia de Buenos Aires (Cacba) publicó un relevamiento según el cual, si se reactivaran las obras paradas en territorio bonaerense, se podrían generar alrededor de 10.000 puestos de trabajo en los próximos días, es decir un 25% de los que se perdieron en lo que va del año.
Sin embargo, tanto Cacba como la Cámara de Empresas de Sectores Inmobiliarios (Camesi), cuyas autoridades se reunieron con la ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat, María Eugenia Bielsa , subrayaron también la necesidad de contar con protocolos para evitar la propagación del coronavirus Y minimizar el impacto económico y social.
"Desde la Cacba consideramos que la industria de la construcción es una forma rápida y segura para dinamizar el trabajo y reactivar la economía. La capacidad de la construcción para ocupar mano de obra de manera inmediata es muy alta", dijeron en un comunicado en el que pintaron la cruda realidad del sector: este año ya se perdieron 100.000 puestos de trabajo en el país, de los cuales 40.000 corresponden a la provincia de Buenos Aires.
Entre las razones de la caída se encuentran la devaluación del año pasado, la deuda provincial con el sector, que asciende a más de $5000 millones y, por último, el parate de la actividad que devino de la cuarentena por el coronavirus.
"En la Cacba vemos a los trabajadores y a los proveedores de insumos y servicios que integran la cadena de valor de la industria, preparados y expectantes para retomar la construcción de las obras. Pero también sabemos que esto no será posible si las empresas constructoras están quebradas", agregaron.
Para minimizar los riesgos de contagios del Covid-19 la Cámara Argentina de la Construcción, en conjunto con la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina ( Uocra ), han desarrollado un protocolo de trabajo en obras que permite extremar los cuidados para evitar la propagación del virus.
De acuerdo con la versión a la que accedió el diario La Nación, en el mismo se dispone que todo empleador diariamente deberá realizar un estricto control de las personas que ingresen en la obra y se implementarán las siguientes medidas: en el horario de inicio del turno establecido, en el ingreso principal a la obra se interrogará al trabajador/a sobre la existencia de alguno de los síntomas (tos, decaimiento y dificultad respiratoria) y se procederá a la toma de la temperatura corporal, afectando a personal idóneo a tal efecto.
En el caso de trabajadores/as que presenten temperatura superior a los 38º grados no se les permitirá ingresar en la obra y se comunicará la situación a los teléfonos de la autoridad sanitaria que corresponda a cada jurisdicción.
El equipo encargado de la tarea de control de ingreso debe estar equipado con un traje tipo Tyvek, máscara facial, barbijo y guantes de látex, y la fila de acceso a la obra será de acuerdo con la normativa de la Organización Mundial de la Salud, con una separación con un mínimo entre trabajador de 1,50 metros.
A los efectos de evitar aglomeraciones, los trabajadores de las empresas subcontratistas deberán tener diferentes horarios de acceso a la obra, informándose el cronograma de ingreso al delegado.
En cuanto al plan para las inmobiliarias, el protocolo que Camesi le presentó a Bielsa impulsa incentivar el uso de plataformas digitales para que todos los trámites o procesos que puedan realizarse de manera virtual se hagan por esta vía.
En cuanto a las oficinas proponen que se establezcan tres días por semana de atención al público en horario reducido (4 horas), con atención al cliente con turno previo acordado telefónicamente o por plataforma digital para evitar el contacto entre más de dos personas. La definición de las cuatro horas quedará a criterio de las autoridades.
Para la atención al público, se respetará la distancia de dos metros entre personas y se utilizará tapa boca y nariz más allá de que se instale un separador (vidrio o material acrílico o similar) que oficie de división y protección. Si se manipulan documentos o dinero se lavarán las manos frecuentemente con agua y jabón o se higienizarán con alcohol en gel.
Por último, se establecerán guardias presenciales mínimas por tercios. Si son seis personas en el ámbito de trabajo, la primera semana trabajan dos y las otras cuatro hacen teletrabajo desde sus hogares, rotando de pares semana a semana, asegurando el seguimiento de la persona los siguientes 14 días. Quedan excluidos de la modalidad presencial aquellos trabajadores que pertenezcan a grupos de riesgo.
Cabe destacar que tanto este protocolo como el propuesto para la construcción quedarán sujetos a la apertura de las actividades que dependen de cada provincia,al posterior análisis de la autoridad sanitaria y a la final aprobación por parte de la Jefatura de Gabinete de Ministros.