La cosa es más o menos así: los desarrollistas cordobeses saben que hay mercado- porque las viviendas escasean- y que los
bancos, con el empujón del Gobierno nacional, han comenzado desde hace 18 meses a dar créditos hipotecarios más
accesibles a las familias vía las Unidades de Valor Adquisitivo (UVA).
Conocen los detalles de esta feria. Saben qué productos ofrecer y a quienes vendérselos y ven que a nivel nacional se
movieron vía créditos $ 134.000 millones. Tienen la caña, la tanza y la plomada pero no hay pique. ¿La razón? Hay un
problema con la carnada.
Los créditos hipotecarios que se otorgaron fuertemente en los últimos meses del año pasado se usan para comprar viviendas
usadas, que son las que tienen escritura, la condición sine qua non para que el área de legales de un banco apruebe la
carpeta. Los desarrollistas hoy construyen a sabiendas que las escrituras (la carnada) con suerte saldrán en un par de años.
El año pasado hubo un intento por escapar a esta restricción cuando Bancor anunció los créditos hipotecarios con boleto.
Por entonces, algunos desarrollistas se entusiasmaban con un "estallido de la construcción" (ver acá). Pero lo cierto es que
esa condición sigue frenando al acceso. Ahora se suma la incertidumbre de una alta inflación que puede repercutir en las
cuotas de los préstamos.
"La solución es adecuar la legislación a lo que pasa en Córdoba. Creo que con boletos pero que sean registrables (NdR: los
bancos temen dar créditos contra boletos porque temen que se venda más de una vez la propiedad) y garantía de los
desarrollistas se podría reactivar", dice César Martínez, titular de la Cámara de Desarrollistas Urbanos de Córdoba.
La semana pasada hubo una reunión clave en Buenos Aires en pos de un convenio en este sentido. De un lado de la mesa
estaban representantes de los bancos Nación, Bapro, Ciudad e Hipotecario junto a Leandro Cuccioli (que a fin de mes pasa de
Finanzas a titular de la Afip). Del otro, los titulares de las siguientes desarrollistas locales: Edisur, Betania, Vespasiani y Elyon.
El encuentro, propiciado por la senadora Laura Rodriguez Machado (PRO), busca salvar la cuestión sin la cual no habrá
"pique" en el mercado inmobiliario local.
"Los créditos no se aplican a unidades en pozo o recién terminadas y lo que estamos haciendo es pedir crédito para la
demanda", dijo Martinez quien comentó que otra posibilidad que se barajó en esa reunión fue otorgar créditos conforme el
avance de obra, modalidad que las constructoras tienen actualmente con el Estado.
Ante este panorama, los empresarios sostienen que hay motivos para que el agua deje de estar estancada. Los banqueros, en
tanto, prefirieron negocios algo más seguros. Al medio, millones de argentinos en busca de un crédito para una vivienda
propia que no quieren terminar en río revuelto.
BUENOS AIRES.- La cosa es más o menos así: los desarrollistas cordobeses saben que hay mercado- porque las viviendas escasean- y que los bancos, con el empujón del Gobierno nacional, han comenzado desde hace 18 meses a dar créditos hipotecarios másaccesibles a las familias vía las Unidades de Valor Adquisitivo (UVA).
Según El Cronista, saben qué productos ofrecer y a quienes vendérselos y ven que a nivel nacional semovieron vía créditos $ 134.000 millones. Tienen la caña, la tanza y la plomada pero no hay pique. ¿La razón? Hay un problema con la carnada.
Los créditos hipotecarios que se otorgaron fuertemente en los últimos meses del año pasado se usan para comprar viviendas usadas, que son las que tienen escritura, la condición sine qua non para que el área de legales de un banco apruebe lacarpeta. Los desarrollistas hoy construyen a sabiendas que las escrituras (la carnada) con suerte saldrán en un par de años.
El año pasado hubo un intento por escapar a esta restricción cuando Bancor anunció los créditos hipotecarios con boleto. Por entonces, algunos desarrollistas se entusiasmaban con un "estallido de la construcción". Pero lo cierto es que esa condición sigue frenando al acceso. Ahora se suma la incertidumbre de una alta inflación que puede repercutir en las cuotas de los préstamos.
"La solución es adecuar la legislación a lo que pasa en Córdoba. Creo que con boletos pero que sean registrables y garantía de los desarrollistas se podría reactivar", dice César Martínez, titular de la Cámara de Desarrollistas Urbanos de Córdoba. La semana pasada hubo una reunión clave en Buenos Aires en pos de un convenio en este sentido. De un lado de la mesa estaban representantes de los bancos Nación, Bapro, Ciudad e Hipotecario junto a Leandro Cuccioli. Del otro, los titulares de las siguientes desarrollistas locales: Edisur, Betania, Vespasiani y Elyon. El encuentro, propiciado por la senadora Laura Rodriguez Machado (PRO), busca salvar la cuestión sin la cual no habrá"pique" en el mercado inmobiliario local.
"Los créditos no se aplican a unidades en pozo o recién terminadas y lo que estamos haciendo es pedir crédito para la demanda", dijo Martinez quien comentó que otra posibilidad que se barajó en esa reunión fue otorgar créditos conforme el avance de obra, modalidad que las constructoras tienen actualmente con el Estado. Ante este panorama, los empresarios sostienen que hay motivos para que el agua deje de estar estancada. Los banqueros, en tanto, prefirieron negocios algo más seguros. Al medio, millones de argentinos en busca de un crédito para una vivienda propia que no quieren terminar en río revuelto.
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