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Construyeron una terminal de micros, está hace un año terminada y todavía no funciona
CABA.- Podría recibir mil micros por día y admiten que pasan 6 ó 7. Apuntaba a descomprimir Retiro. Los transportistas argumentan que el lugar es incómodo pero detrás hay una pelea entre empresarios.
La construcción tiene los carteles, las luces, los locales comerciales. Tuvo acto de inauguración, con foto de ocasión y funcionarios públicos invitados. Pero le falta lo esencial: los micros y los pasajeros. La terminal Dellepiane, que pertenece al polémico empresario Néstor Otero. Fue abierta hace un año, tiene empleados y sus instalaciones están en funcionamiento.
El predio, que ocupa 4,4 hectáreas entre Dellepiane, Perito Moreno, la autopista Cámpora y Mariano Acosta. Las puertas están abiertas, pero no hay gente y no se ve ningún micro. De hecho, el portón de acceso para los buses está cerrado. Tampoco hay autos estacionados en ninguno de los 400 espacios habilitados, ni pasan los colectivos de las 15 líneas que deberían alcanzar a los pasajeros hasta el predio.
Parte de las 48 dársenas de la terminal Dellepiane que lleva una semana abierta pero aún no tiene movimiento. Foto: Mario Quinteros
El día de su inauguración el 5 de enero de 2017 fuentes del gobierno indicaban: "A partir de hoy pueden comprarse pasajes y algunas empresas ya la utilizan como parada". Más allá de lo que dijo el Ministerio de Modernización de la Ciudad, los micros no paran en esa terminal, incluso no la tienen como una de las estaciones de destino en sus recorridos. Hubo un acto de inauguración, pero llamativamente no se le avisó a la prensa con anticipación.
"La terminal tiene unas 20 empresas habilitadas para vender pasajes desde y hacia allí. Pero es cierto que podríamos tener 1.000 micros diarios y hay sólo 5 ó 6. Esto es una curva, de a poco la terminal se irá haciendo conocida, en Retiro ya tenemos mucha gente que nos pide viajar desde Dellepiane. Confiamos en que a partir de las vacaciones de invierno haya más flujo", explicaron en Terminales Terrestres Argentinas, la empresa dueña del lugar en ese momento. Sin embargo, la terminal nunca funcionó.
El tema es que sigue habiendo un conflicto que Clarín anticipó en enero del año pasado y que mientras no se solucione continuará provocando que la terminal de Villa Soldati sea fantasmal: muchas empresas de micros no quieren operar desde allí. En la Cámara de Empresas de Larga Distancia (CELADI) repitieron que no tienen pensado ir a Dellepiane hasta tanto no se solucionen ciertos aspectos técnicos.
Esta institución reúne a unas 40 empresas, pero que mueven al 80% de los pasajeros. Y afirman tener varias razones para no llevar sus micros a Dellepiane. Aseguran que la terminal no tiene demanda de pasajeros, que no llegan ni el tren ni el subte, que no los buses no podrían acceder al Metrobus de la autopista 25 de Mayo, que para entrar y salir deberían pagar dos veces el peaje y que sus costos operativos se duplicarían si tuvieran que abrir boleterías en el nuevo predio, lo que encarecería los pasajes.
Boleterías sin vendedores ni clientes. La terminal Dellepiane lleva una semana abierta pero aún no tiene movimiento. Foto: Mario Quinteros
Pero hay otro problema que también pesa mucho. Las empresas tienen una mala relación con Néstor Otero, el operador de las terminales de Retiro, Mar del Plata, Santiago del Estero y otras en el Interior. La de Dellepiane no es una concesión, directamente es de su propiedad: el empresario invirtió cerca de US$ 30 millones para construirla, tras conseguir que la Legislatura porteña le aprobara el proyecto.
Otero es un hombre polémico. Fue condenado por pago de dádivas al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, y también tuvo que pagar multas en dos causas contravencionales que le inició la Fiscalía General de la Ciudad por haberle alquilado galpones a los manteros de Retiro y Once.
Para la Ciudad sería muy positivo que Dellepiane empezara a funcionar a pleno. La justificación de la obra es que permitiría descargar un 35% del flujo de Retiro, que en temporada alta llega a mover 2.400 micros y colapsa.
Además, el edificio realmente parece ser muy apto. Tiene un diseño moderno, con techo y paredes vidriadas que aportan mucha luz natural. Hay 48 dársenas para micros, y dos halls para separar los servicios que llegan de los que salen. Cuenta con boleterías, oficinas y locales comerciales. La iluminación, con lámparas LED, se alimenta con paneles solares y energía eólica. Además, tiene cámaras de vigilancia y se planea montar un destacamento policial.
La cercanía con las autopistas permitiría que los micros tuvieran una fácil accesibilidad y que no circularan por las calles barriales, rompiendo el asfalto. Si bien hoy su ubicación es incómoda para los pasajeros (salvo los que puedan ir en auto), la idea del Gobierno porteño es extender la línea E del subte desde Plaza de los Virreyes hasta el predio.