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El sistema Procrear incluirá viviendas construidas por inversores privados
ARGENTINA.- Los desarrolladores que están definiendo sus proyectos para 2018 todavía pueden formar parte del plan Vivienda Privada Promovida que creó el Estado nacional a través de la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Nación. El anuncio lo hizo su titular Iván Kerr durante el último coloquio de la AEV, en el que mencionó que se lanzará a fines de febrero de 2018.
Marcelo Busellini, director Nacional de Nuevos Desarrollos de Vivienda, dio a ARQ algunas precisiones sobre el programa. “Se trata de una línea que busca incentivar proyectos de vivienda diseñados, ejecutados y financiados en un 100% por privados, los cuales pueden vender las unidades a los beneficiarios del Procrear”, explica el funcionario.
Según una nota publicada por Inés Álvarez para Clarín, hasta el momento, existen 50 mil beneficiarios con subsidio asignado. El programa alcanza a estas personas, y a otros dos grupos numerosos: Ciudadanos que cumplen con los requisitos para recibir un Procrear pero que quedaron afuera de las convocatorias y aquellos que estén en condiciones de comprar sin ayuda del Estado. En el primer caso, la subsecretaría les va a otorgar subsidios.
Los desarrolladores que quieran participar tienen que presentar sus proyectos en la Dirección Nacional de Nueva Oferta de Vivienda. A partir de allí, se evalúan dos factores.El primero, si la ubicación de la tierra cumple con una serie de requisitos, como estar inserta en el ejido urbano, cerca de escuelas y hospitales, entre otros. Si está todo en orden, se le otorgará un apto urbano al proyecto. El segundo factor es el aspecto financiero. El desarrollador deberá demostrar de qué modo va a solventar la obra, a través de un crédito intermedio, con fondos propios o de terceros.
“Una vez que le damos conformidad a las dos cuestiones, subimos el proyecto a una plataforma durante 45 días, para que los beneficiarios puedan conocer los detalles del proyecto y manifestar su interés. Si en ese lapso el público elige el proyecto en un 80%, se sigue adelante; en caso contrario se desestima”.
Cuando se confirma el proyecto, su desarrollador tiene 30 días para contactarse con los interesados y firmar los boleto. El paso siguiente es el comienzo de la obra. “El Estado es una especie de facilitador que acerca la demanda a una oferta nueva. Y subsidia a la demanda, porque el comprador de la vivienda la pagará más barata”.
Cuando comienza la obra se le entrega al beneficiario un voucher nominado que certifica que tiene un subsidio del Estado por un monto determinado. El subsidio se libera conjuntamente con la posesión de la vivienda. “Así nos aseguramos que ésta se construya con fondos privados”, sintetiza Busellini.
El Estado no interviene en las tipologías, que pueden ser unidades de pocos ambientes u orientadas a las familias. Existe un límite en el precio, que no debe superar los 2 millones de pesos. Por su parte, el subsidio se otorga por un monto máximo de 400 mil pesos, dependiendo si el solicitante tiene o no hijos.
El programa estará abierto a un cupo determinado de proyectos que aún no está definido. Y según Busellini, es el resultado de varios encuentros entre Gobierno y representantes del sector.