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¿"Manotazo" al Banco Nación? el Gobierno le sacará 20.000 millones de pesos y en la City temen por el costo del crédito hipotecario
ARGENTINA.- A eta altura, ya es una tradición argentina: recurrir a las tentadoras arcas del Banco Nación, cuando la situación fiscal se complica, es algo de lo que no se ha privado prácticamente ningún gobierno, sea cual fuere su signo político.
Las señales enviadas desde Casa Rosada hacen pensar que Mauricio Macri no será la excepción. Y, a juzgar por el ánimo reinante en la City, el mayor banco del país sufrirá inexorablemente el nuevo "manotazo".
Esto no significa que pondrá en juego su primer puesto en los rankings depositos y préstamos, ya que la distancia respecto de otras entidades es enorme (doblega en cantidad a la segunda en la lista).
Pero el temor pasa por si esa quita obligará al Banco Nación a tener que reducir la entrega de créditos. Lo cual no es poco decir, en un contexto en el que se ha convertido en una de las "locomotoras" de la economía.
Sólo por mencionar el rubro más notorio de este año, el banco estatal fue el gran protagonista del boom de hipotecarios con, por ejemplo, $54.000 millones otorgados en los últimos cinco meses.
De aprobarse al pie de la letra el proyecto de Presupuesto enviado por el Gobierno, el BNA sufrirá los siguientes embates:
-El artículo número 89 le quita, ya de raíz, $20.000 millones del capital social, que serán transferidos al Tesoro Nacional.
-El artículo 90 modifica el quinto punto de su carta orgánica, que refiere a las utilidades netas del ejercicio (deducidos los cargos provisionales y previsionales).
Sobre este último punto, el Gobierno especifica que se destinará una parte del fondo de reserva legal (hasta un 20%) al Tesoro Nacional. El remanente, a aumentar el capital del Nación.
Números bajo estrés
Han pasado varios días desde que se conociera el recorte. Sin embargo, las repercusiones siguen levantando polvareda.
Al punto que en el mercado ya alertan que, de aprobarse sin cambios, la iniciativa oficial no sólo asestará le un duro revés al patrimonio del principal banco público del país, sino que también ocasionará dificultades a los usuarios.
Es que varias pequeñas y medianas empresas obtienen préstamos, en entidad conducida por Javier González Fraga, a tasas de interés mucho más bajas que en la plaza financiera. El temor es que haya un perjuicio por partida doble:
- Por un lado, está el riesgo de que a los particulares y empresas se les reduzca la cantidad de capital disponible que puedan solicitar
- Por otro, que sufran un aumento en los costos, ya que el BNA también se verá afectado al tener que "sacrificar" nada menos que $20.000 millones, que no podrá destinar a la intermediación financiera (recibir y prestar dinero).
El recorte que tendrá es tal que modificará, de manera directa, sus indicadores más relevantes, habida cuenta que:
- Su patrimonio neto equivale al 25% del de todo el sistema bancario
- En cuanto a sus depósitos, concentra $1 de $4 del total del mercado
- Es el número uno en cantidad de activos y patrimonio neto
- Otorga cerca del 40% de todos los préstamos que brinda el sistema a pequeñas y medianas empresas.
- Tiene una elevada participación en la cartera de créditos comerciales al sector privado (74% del total de sus activos), mientras que el promedio del sistema es del 56%.
Con estas cifras sobre la mesa, queda claro que si le quitan $20.000 millones de la "caja", no sólo la entidad se verá afectada, sino también el financiamiento de particulares y empresas.
Además, los analistas consultados por iProfesional advierten que se le quitará el "combustible" que necesita para crecer y desarrollar nuevos productos.
También dispondrá de menos capital para abrir o modernizar sucursales, desarrollar tecnología y optimizar recursos, entre otras cuestiones.
Sobre esos puntos también juega en contra su enorme estructura: 18.000 empleados, 700 sucursales y filiales en el exterior que hoy día están operando a pérdida.
El siguiente cuadro ilustra el ranking de depósitos y patrimonio neto:
González Fraga, resignado
"No me pidan que la aplauda, no motiva mi alegría. Yo pienso que se podrían haber hecho otras cosas para evitarlo, pero entendí la decisión de Dujovne porque al Banco le sobraba capital y el Gobierno necesita cubrir el déficit fiscal".
Con más resignación que ánimo de protesta, el titular del BNA, Javier González Fraga, comparte la sensación que le provoca la quita de semejante monto.
En otro orden, reconoce que a la entidad se le achicó la liquidez del 55% del total a un nivel actual de 30%.
Para ser sincero, también expone la otra cara de la moneda: la ganancia que acumuló el BNA por las elevadas tasas de interés que el Estado paga por préstamos recibidos del sistema estatal bancario.
"Este banco muchas veces cobró intereses por prestarle al Estado y por comprar Lebac", acota González Fraga. En otras palabras, el funcionario se resigna a ver el sacrificio de $20.000 millones como un intercambio de favores entre el Nación y el Gobierno.
La cuestión de fondo, que el propio presidente del BNA admite, es que si bien el manotazo no afecta en el corto plazo la "salud" del banco, en no más de tres años podrían cruzarse las curvas de liquidez con la de préstamos.
De momento, Fraga se focaliza en transmitirle al mercado el mensaje de que el Banco Nación no frenará el ritmo de entrega de hipotecarios ni se producirá una merma en el apoyo al sector productivo.
Para reforzar estos conceptos, recuerda que a mediados del 2018 el BNA volverá al mercado de capitales después de más de 20 años. Realizará una emisión de bonos en pesos, dólares y UVA para fondear préstamos.
Persuadir sobre ese punto será, tal vez, la tarea más difícil que tendrá por delante, ya que en la City hay un marcado escepticismo sobre las consecuencias que traerá para la entidad el obligado rol de ser la encargada de financiar al fisco.
Miradas escépticas
Economistas y operadores financieros se muestran desconfiados. Creen que la decisión tomada para con el Banco Nación es apenas el inicio de un intervencionismo creciente.
"Siempre se lo usó para financiar al Estado con emisión de títulos (letras que no cotizaban pero que reducían el patrimonio neto), lo mismo que pasó con la ANSES en todos los gobiernos anteriores", recuerda un ex ejecutivo de la institución que trabajó en un puesto clave en varias de las gestiones.
Afirma que una quita de $20.000 millones -sobre los $90.000 millones totales de patrimonio neto que tiene la entidad-, es "muchísimo".
Además, indica que se nota cómo el Gobierno está "buscando cajas que no sean las del Banco Central, para moderar la emisión y la inflación.
Gabriel Caamaño Gómez, de la Consultora Ledesma, coincide en que los dos artículos de la Ley de Presupuesto "descapitalizarán al banco, ya que se lo reduce patrimonialmente".
"En el corto plazo, no se verán consecuencias. Pero, en el largo, le restará capacidad para intermediar entre depósitos y créditos, lo que afectará las funciones que debe tener un banco que debe proveer de líneas sociales y favorecer a las Pymes. También, le quita capacidad prestable", advierte.
En la misma sintonía, Gabriel Zelpo, de Elypsis, analiza: "Es complicada esta quita. El Nación necesita de esos fondos para colocarlos y no podrá disponer de ellos".
“Deberá tomar un decisión sobre las líneas baratas de financiamiento que ofrece. Es casi un hecho que tendrá que recortar por algún lado", completa el economista.
En otras palabras, considera que la menor "caja" repercutirá negativamente en los productos que ofrece.
Para Caamaño Gómez, "a la larga, si se le quita capacidad prestable tendrá menos activos para dar créditos y estos serán más caros".
"Utilizará la liquidez de la que dispone para otra cosa y se le dificultará cumplir con la misión social que indica su Carta Orgánica. No fue fundado para girarle utilidades al Tesoro", enfatiza.
Otro aspecto en el que repara el experto de Ledesma es que el manotazo oficial "le impedirá invertir lo suficiente como para ser competitivo y agresivo".
En este sentido, un ex director de la instituciónindica a iProfesional que "la quita no le permitirá al banco modernizarse".
"Se van a fumar el capital y la rentabilidad. Ponen al Banco Nación en riesgo operativamente de cara a los próximos años, ya que necesita invertir en tecnología, capacitación y remodelaciones, ya que sus sucursales son muy viejas", advierte.
Por todo esto, es perfectamente entendible que el recorte del Gobierno "no motiva la alegría" de Javier González Fraga.
Sobre todo, la necesidad de achicar el déficit fiscal lleva a una medida contradictoria: quitarle capital al BNA en un momento en que el país requiere de más créditos para impulsar su economía.