Viernes 22
Noviembre
2024
7.2º C / H 75
BS AS

Actualidad

El boom de los créditos hipotecarios y las internas del Gobierno

25/09/2017 - Hay un fuerte repunte en la economía con respecto al otorgamientos de préstamos. Sin embargo, desde el banco central siguen con las tasas altas.

Los datos oficiales sobre la mejora de la inversión y el consumo en el segundo trimestre del año que se conocieron en la semana fueron la cara visible de lo que, en buena medida, representó la oculta del aumento del crédito hipotecario.

El repunte del crédito y el dólar quieto, una fórmula potente para la política electoral del Gobierno.

Desde aquellos momentos expansivos del mercado interno de la mano del aumento del gasto público del kirchnerismo de 2010/2011 (que desembocó en febrero de 2012 en el “vamos por todo” de Cristina Kirchner) que no se veía un repunte del crédito cómo el de este año.

Los motivos ahora son muy distintos y el aumento del crédito aparece más expandido por el renacimiento de los préstamos hipotecarios.

El crédito hipotecario crece a un ritmo del 51% pero si se considera el destinado para viviendas de personas físicas esa tasa trepa al 60%.

En el tema construcción hay un dato adicional e interesante relacionado con el “derrame” sobre la actividad: el 85% de los préstamos se destinan a la compra de viviendas ya construidas y sólo el 15% a nuevas construcciones.

El derrame del crédito fue notorio en el caso de los destinados a personas. Según el Banco Central en lo que va del año hay 200.000 nuevos deudores, el mayor incremento en nueve años.

La expansión del financiamiento se hizo notar en el mercado automotor con claridad y con un correlato en las importaciones: los préstamos prendarios crecieron cerca de 70% y eso, según el cálculo de la consultora analytica, se tradujo en un aumento de las importaciones que “explica 3,4 puntos del crecimiento récord de este año de 15,4%”.

Tanto el aumento de los préstamos prendarios como los personales (muchos se destinaron a las compras de electrodomésticos y otros bienes durables) desembocaron en una suba de las importaciones reiterando un resultado conocido para la economía argentina.

Una característica distintiva del actual salto del crédito es que coexiste con la decisión del Banco Central de mantener una política de contracción monetaria y altas tasas de interés lo que, a primera vista, resulta un contrasentido, pero lo encuentra en motivaciones financieras y políticas.

Las financieras tienen su fuente en que en las últimas licitaciones de letras el Banco Central no logró renovar la totalidad de los vencimientos a pesar de ofrecer una tasa de interés claramente superior a la inflación (26,5% anual).

En la semana, por ejemplo, se liberaron $70.000 millones que estaban colocados en lebac y volvieron a los bancos, presumiblemente, para transformarse en una mayor capacidad crediticia. Esa una vía directa de generación de crédito. La otra, es la ANSES.

Entre los créditos Argenta para jubilados (se otorgaron 1.700.000) y la línea abierta para las personas beneficiarias de la asignación universal por hijo, la ANSeS vendría inyectando en promedio unos $400 millones por día.

Sólo en agosto, los préstamos de la ANSeS habrían representando $17.000 millones, un aliciente importante para el consumo de los sectores de menores ingresos que, cómo se refleja en esta edición del Económico de Clarín, comenzó a repuntar en las últimas semanas.

Desde lo político, los flujos financieros, sacan a la luz la estrategia bifronte y simultánea de un Banco Central contrayendo la cantidad de dinero para luchar por la baja de la inflación y una Casa Rosada expandiendo el crédito con la mirada puesta en la elección del 22 de octubre.

Cada uno atiende a sus necesidades y a distintas audiencias en las puertas del tramo final de una campaña que tiene como trasfondo económico una música común con otros períodos preelectorales: el precio del dólar aquietado serena las aguas inflacionarias, mejora las condiciones para el consumo y calma los ánimos de los oficialismos.



Compartí esta nota