Paro docente: el conflicto retrasa los planes de Vidal en la obra pública

ARGENTINA.- Parada ayer junto al Presidente, tres ministros nacionales y el intendente de San Miguel, Jaime Méndez, María Eugenia Vidal pudo cerrar con un anuncio -la reactivación del plan Procrear- y una sonrisa una de las semanas más complicadas desde que llegó a la gobernación bonaerense. A medida que se extiende, el conflicto docente paraliza la agenda de gestión que la mandataria pretendía convertir en el eje de la campaña para las elecciones de octubre.

La gobernadora tenía planeadas otras presencias mucho más tonificantes para la semana que concluyó, pero debió enfocarse casi enteramente en el conflicto docente junto al equipo de "crisis" que conformaron su jefe de gabinete, Federico Salvai, sus ministros de Economía, Hernán Lacunza; Educación, Alejandro Finocchiaro; Trabajo, Marcelo Villegas; y sus secretarios de Comunicación y Medios, Federico Suárez y Mariano Mohadeb.

"Es la primera vez que tenemos un problema así", se confesó uno de los integrantes de esa mesa, dejando en claro que, para el termómetro de Vidal, las aulas vacías superan con creces otros problemas que enfrentó la gobernadora. Esa lista no es corta, pero alcanza con recordar las arcas vacías para pagar los sueldos en diciembre de 2015, la triple fuga, las amenazas vinculadas a la purga de la policía y las inundaciones.

Dentro de la agenda "positiva" que Vidal preparaba para esta semana, la visita a la Expoagro de San Nicolás se ofrecía atractiva como pocas: le permitía mostrarse junto al sector más dinámico de la economía provincial y uno de los más beneficiados por las medidas de Cambiemos. Mauricio Macri lo comprobó anteayer, vitoreado por los productores. Vidal prometió y canceló su paso por la feria el martes, el viernes y ayer.

La agenda política también entró en un paréntesis. Cada semana, la pata bonaerense de Cambiemos celebra dos reuniones. Los martes se junta la mesa "chica" de la campaña, los encargados de decidir el rumbo general. Los jueves hay una reunión extendida, con los dirigentes distritales. Las dos fueron suspendidas.

También se resintió la agenda habitualmente recargada de la propia de Vidal, que generalmente la lleva, cada día, a visitar uno o más distritos y recibir intendentes. Esta semana, la gobernadora se mostró con Macri y voluntarios del programa El Estado en Tu Barrio.

"Afectó la agenda pero no paraliza la gestión. Son dos cosas distintas: María Eugenia tuvo que cancelar algunas reuniones y recorridas pero estamos enfocados en resolver el conflicto docente", distinguió un funcionario de primera línea.

La gestión, sin embargo, también parece condenada a sufrir los efectos de la paritaria de los maestros. Al menos la obra pública, uno de los ejes que Vidal pone al tope de sus prioridades desde diciembre de 2015. A medida que se extiende el conflicto, en La Plata dan por hecho que

cada peso que se añada a los salarios docentes terminará menguando la bolsa proyectada para la obra pública provincial.

Las cifras son elocuentes: si los gremios consiguieran cada punto de aumento que reclaman, la provincia debería destinar 45 mil millones de pesos más para gastos corrientes. Es más que el presupuesto de obra pública total para este año (29 mil millones de pesos) y el Fondo de Infraestructura Municipal (8500 millones de pesos) combinados.

Extremando esta lectura, ayer Lacunza dijo que negociará con los docentes "resignando recursos que estaban destinados a la salud, a los hospitales". No es un ministro que suela dramatizar. Todo, agregó, "sin subir los impuestos y sin endeudarnos". Macri sumó un problema a ese cóctel: ayer le pidió a Vidal -en nombre de todos los gobernadores- que baje el impuesto a los ingresos brutos. Es principal tributo provincial.

La agenda de anuncios también se resintió: tras convertirlo en el principal llamador de la apertura de sesiones de la Legislatura, Vidal esperaba lanzar pronto la convocatoria a un diálogo sobre la inseguridad. Hasta ayer, esa cita seguía sin fecha.

El último rechazo de los maestros, con todo, abrió una esperanza en la tropa de Cambiemos. "Mejoramos nuestra oferta y nos respondieron con un paro nacional. Dejamos de ser el centro del problema y pronto los gobernadores estarán de nuestro lado", señaló una fuente.

Pese al cúmulo de sinsabores, en el entorno íntimo de Vidal aseguran que el conflicto con los docentes no impacta en lo electoral ni en la imagen de la gobernadora. A esta altura, dos sinónimos. Otros afirman que ese impacto ni siquiera está siendo medido en las encuestas. Que está fuera de discusión. No faltan, sin embargo, quienes creen que Vidal sale siempre fortalecida de estas "cruzadas". Como con la mafia policial, dicen, a falta de un mejor ejemplo.

Intendentes bonaerenses, ¿a dos puntas?

Mientras esperan que Florencio Randazzo decida y anuncie si será o no candidato en octubre, y ansiosos por empezar a "armar" las listas, los intendentes peronistas del conurbano bonaerense juegan otras fichas.

El miércoles pasado, un grupo de jefes comunales del grupo Esmeralda recibieron a Daniel Scioli para cenar en su búnker de la calle Esmeralda, que les dio nombre al grupo. Hablaron del escenario electoral, de la reciente marcha de la CGT y de las hipótesis sobre qué hará Cristina Kirchner. Estuvieron los jefes comunales Martín Insaurralde, Juan Zabaleta, Gabriel Katopodis, Mariano Cascallares y Juan De Jesús. Scioli llegó acompañado por Alberto Pérez.

Fuente: La Nación