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Báez involucró a la cámara de la construcción pero evitaron contestarle
ARGENTINA.- Desde la cárcel, Lázaro Báez apuntó contra todos. Criticó a Cristina Kirchner, aludió a Julio De Vido y, en especial, cargó contra los grandes empresarios de la obra pública. "La Cámara Argentina de la Construcción (CAC) me usó de forro", se despachó. Y dijo que esa entidad "participó en la fijación de los presupuestos de cada una de las obras que se ejecutaron" durante el kirchnerismo.
Los empresarios de la CAC prefirieron no responderle a viva voz a Báez. Ya vivieron una mala experiencia cuando su titular, Juan Chediack, causó un cimbronazo al decir que "por supuesto que sabía que había coimas en Vialidad" y luego relativizó sus dichos ante la Justicia.
"No vale la pena contestarle a Báez, la Justicia ya pondrá todo en su lugar", dijeron ayer los grandes empresarios de la obra pública en las horas posteriores a la entrevista que hizo Infobae.
Por lo bajo, sin embargo, los constructores recordaron que el santacruceño "siempre fue un outsider" del sector, que nunca pudo entrar a la cámara que los agrupa y que fue en las provincias donde muchos empresarios chicos fueron favorecidos por el gobierno de turno.
"En la Cámara Argentina de la Construcción nos nucleamos las grandes empresas, con trayectorias de más de 50 años. Se hicieron obras para todos los gobiernos. Los sospechosos son los que llegan y se van con el presidente de turno", señalaron desde la entidad, consultados por los dichos de Báez.
Uno de los miembros del comité ejecutivo de la CAC leyó a las explosivas declaraciones de Báez como una estrategia. "Él se presenta como una víctima del sistema y en ese sentido nos arrastra a nosotros, para salvarse", dijo en diálogo con este medio. Y agregó: "No le vamos a responder porque no tiene sentido. No podemos darle entidad porque él siempre fue un outsider del sector".
El dueño de Austral Construcciones dijo también que "toda la obra pública que se licitó del Plan Federal durante el gobierno de Cristina se manejó con la CAC". Y agregó: "No querían que empresas como las nuestras vinieran a competir a Buenos Aires si no era en Unión Transitoria de Empresas (UTE) que ellos mismos fijaban".
Desde la cámara apuntaron, en cambio, hacia la obra pública del interior del país. "En algunas provincias existieron empresas constructoras de buen contacto con los gobernadores que salieron favorecidas con licitaciones. El caso de Báez ya fue burdo en términos de los precios que se pagaron por sus obras", manifestó uno de los integrantes de la CAC a este medio.
Respecto de las acusaciones de Báez, que habló de licitaciones arregladas y precios estipulados en una mesa chica de empresarios, desde la CAC se limitaron a responder: "Desmentimos todo categóricamente. Nunca en la historia de la Cámara se hizo algo por fuera de los cánones legales".