Cristina negó corrupción en la obra pública y atacó a Macri

ARGENTINA.- Cristina Kirchner rehuyó ayer definir su futuro rol en el Partido Justicialista, cuestionó a los legisladores opositores al macrismo y deslindó responsabilidades en el otorgamiento de la obra pública, el tema que podría llevarla nuevamente ante un juez para una declaración indagatoria.

“La corrupción empieza en el sector privado. Esto lo aprendí en la Municipalidad de Río Gallegos”, respondió la ex presidenta cuando le preguntaron sobre la situación del detenido ex secretario de Obras Públicas, José López, quien ocupó el cargo durante los doce años de gobiernos kirchneristas y aún antes en Santa Cruz, donde su fallecido esposo, Néstor Kirchner inició su carrera en esa intendencia.

La ex presidenta concedió anoche una entrevista en vivo con el periodista Roberto Navarro en el Instituto Patria, su refugio político tras la salida del poder, difundida por el canal de cable C5N, del empresario K Cristóbal López. Justamente las irregularidades detectadas en la obra pública durante su gestión podría ser el motivo de otro llamado a indagatoria en los próximos días. Fuentes judiciales señalan que dos fiscales se lo pedirían al juez Julián Ercolini por presuntos delitos en la concesión de obra vial al detenido empresario K Lázaro Báez.

En el marco de un reportaje guionado, con escasas y liviana repreguntas (hasta llegó a decirle al periodista “escuchá nene”, sin recibir objeciones), Cristina cuestionó a los legisladores de su propio partido al afirmar que en el Congreso hay una “cuasi oposición”. También criticó al gobierno de su sucesor, Mauricio Macri, y defendió su gestión. “Entregamos un país funcionando”, afirmó la ex presidenta, rechazando las críticas del macrismo a la “herencia K”.

“Todo esto sirve para distraer la atención”, expresó la ex presidenta, al referirse a las causas judiciales difundidas por la prensa y que investigan presuntos actos de corrupción durante su gobierno. La ex mandataria habló nuevamente del “partido judicial” al cuestionar la actuación de la Justicia alrededor de los casos que salpican a quienes fueron sus funcionarios y hasta a ella misma, ya procesada por el juez Claudio Bonadio en la causa por la venta de dólares a futuro al final de su segundo mandato.

La ex presidenta volvió por tercera vez a la Ciudad de Buenos Aires la semana pasada desde que dejó el poder. Llegó desde su residencia en Río Gallegos el jueves a la noche, para participar de un homenaje al fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en la misma fundación deonde dio la entrevista (ver “Un cambio de lugar...”). A diferencia de las otras dos ocasiones, no hubo un motivo obligatorio a raíz de su compllicado frente judicial. Esta vez, al día siguiente de su llegada tuvo que pasar a atenderse en un sanatorio por el golpe que recibió en una caída, aunque el sábado no faltó a su primera acción de campaña en el Conurbano desde que dejó el poder: fue a un congreso de secundarios en la UTN de Avellaneda.

“Más que perseguirnos judicialmente, deberían darnos un Premio Nobel de economía. Desendeudamos al país. Pagamos la deuda que dejaron otros. Terminamos obras de infraestructura por 25 millones de dólares. Hicimos el plan de obras públicas más importante del que se tenga memoria”, dijo la ex presidenta.

Luego aseguró que “no tengo vocación de opositora” y volvió a convocar al armado de “una nueva mayoría”, sin descartar vínculos de sus allegados con sectores que dejaron el kirchnerismo. Cuando el periodista la interrogó sobre las versiones de un encuentro entre su hijo, el diputado Máximo Kirchner, y el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, sostuvo que “desde los 15 años dejé de conrtrolarlo en sus salidas”.

Con todo, envió un duro masazo a los legisladores opositores, al preguntarse: “Este tema del tarifazo ¿cómo no pudo haberse parado desde el Parlamento?”.