El Gobierno afirma que por Brasil y la construcción el empleo sigue sin reaccionar

ARGENTINA.- Los despidos y las dificultades para crear empleo le habían dado a Mauricio Macri uno de los primeros dolores de cabeza de su gestión, con la sanción de una ley que derivó en su primer veto como Presidente. El costo político de esa decisión quedó diluido por los reclamos por los tarifazos -en especial el de gas- y el destape de la corrupción de ex funcionarios kirchneristas, en la obra pública sobre todo, aunque las advertencias de dirigentes sindicales, políticos y empresariales encendieron otra vez la alarma ante la caída del consumo, la apertura de las importaciones, las altas tasas de interés y la demora en la recuperación.

Como durante la discusión por la llamada ley antidespidos, el Gobierno mantiene su posición de desestimar un escenario crítico: según los funcionarios el empleo “está estancado” como desde hace cinco años, los problemas “son acotados” a sectores puntuales como la construcción y la industria automotriz, y en otros rubros hay creación de puestos de trabajo. La mirada contrasta con las expresiones de otros dirigentes, no sólo gremialistas sino también empresarios.

“Si miramos la multiplicación de conflictos y la parálisis de la obra pública, la situación no es estable. Está decididamente peor que en diciembre”, dijo Juan Carlos Schmid -líder de la CATT- a Clarín, y adelantó que los sindicatos del transporte llevarán al plenario de la CGT del 4 de agosto la postura de “iniciar un plan con medidas de fuerza”. El sector automotriz aparece como uno de los más golpeados: SMATA denunció suspensiones en casi todas las plantas, excepto las que fabrican tractores, con el epicentro de los conflictos en Córdoba y Buenos Aires. “Estamos preocupados. Cuando la gente no trabaja, se enferma”, aseguró Ricardo Pignanelli, titular del gremio. “Hacemos esfuerzos para no tocar un solo puesto de trabajo. En algunos lugares la situación es compleja y claramente hay menos consumo”, planteó Roberto Brunello, de la Federación Hotelera Gastronómica (FEHGRA). La UOCRA denunció la pérdida de 50 mil puestos de trabajo entre noviembre y junio. El ex diputado Claudio Lozano, coordinador del Instituto del Pensamiento y Políticas Públicas, estimó que hubo “150 mil despidos, 80 mil en el sector privado y 70 mil en el estatal”.

Con referencias a la herencia del kirchnerismo para moderar el tono de los cuestionamientos al Gobierno, referentes de la Unión Industrial hicieron notar el reclamo por la elevada tasa de interés en detrimento de la actividad productiva y la apertura de las importaciones, lo que según sus cálculos provocó una baja del 8% en la cantidad de horas extras en el primer trimestre -sería bastante mayor en el segundo- y generó que las empresas decidan suspensiones, anticipos de vacaciones y licencias. “Dijimos que no iba a haber segundo semestre sino una caída de la actividad de 1,5%, y desgraciadamente se cumplió. Hay un esfuerzo del sector industrial para no pasar de las suspensiones a los despidos”, dijo a este diario José Urtubey, uno de sus directivos. La entidad alertó sobre una caída interanual del 5% en la actividad industrial. “Advertimos que los depósitos están llenos de mercadería y no se puede seguir produciendo si no se vende. La tasa de interés es muy alta, con ese nivel no hay negocio en el mundo que aguante”, enfatizó Teddy Karagozian, de la textil TN Platex.

Aun con los tarifazos en el centro de la escena, referentes opositores volvieron sobre los problemas en el empleo como motivo de acciones conjuntas. Sergio Massa, Miguel Pichetto, Oscar Romero y otros legisladores peronistas se mostraron en una autopartista en Tigre. José Luis Gioja, titular del PJ, incluyó los despidos entre los factores para alertar sobre una situación de “intranquilidad social”.

“Hemos tenido problemas en la construcción y en industrias manufactureras vinculadas a Brasil. Y hubo crecimiento en otros sectores, como servicios y comercio”, dijo Triaca, ministro de Trabajo, a Clarín. Los datos de su cartera indican una caída del empleo registrado privado de 0,7% interanual en abril -unos 42 mil puestos de trabajo- y de 0,1% en mayo. En la Casa Rosada insistieron en que la baja “no es generalizada” y tienen expectativa por la puesta en marcha de la obra pública y la sanción del proyecto de Primer Empleo. “Los sindicalistas ven las salidas y no cuentan los ingresos. Hay estancamiento desde hace cinco años”, sostuvieron los funcionarios.