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Gobierno publicó un decreto clave para relanzar la obra pública
ARGENTINA.- El Gobierno aprobó ayer una norma clave para
motorizar la obra pública. Se trata
de un nuevo esquema de readecuación de
precios de proyectos de construcción de infraestructura que se
publicó hoy en el Boletín Oficial.
En la práctica, el decreto 691
llamado Régimen de Redeterminación de Precios de Contratos de Obra Pública y de
Consultoría de Obra Pública, avanza en la regularización de uno de los
principales problemas que tuvieron los constructores en los últimos años.
Sucede que este tipo de contratación supone la ejecución de un proyecto durante
un largo período. Obviamente, los precios que figuran en las licitaciones
sufren un proceso de erosión causado por la inflación, que necesariamente
debieran ser actualizados. Sin la llamada readecuación de precios, los
proyectos se desaceleran hasta que se paralizan.
Esa fue una de las grandes causas
por la que la obra pública de la anterior gestión se caracterizó por
innumerables anuncios y pocas concreciones. Sumado, claro está, a un régimen de
discrecionalidad y corrupción que creó tantos privilegios y como millones. Sólo
los favorecidos por la preferencia del anterior Ministerio de Planificación
Federal, Julio De Vido, lograban actualizar sus contratos, para el resto. La
gran mayoría de los constructores padeció el anterior régimen.
Según la metodología que estuvo
presente hasta hoy, la actualización se disparaba cuando los costos de los
factores principales que componen el precio del contrato reflejaban una
variación promedio de esos precios superior, en un diez por ciento (10%), a los
del contrato o al precio surgido de la última redeterminación. Ahora, la
condición para que se aplique el sistema de actualización se bajó a 5%, porcentaje
que podrá modificarse con acuerdo de varios ministerios.
Otra de las quejas que tenía la
anterior legislación, que era de 2002, fue que sólo actualizaba el 90% del
contrato, ya que el restante porcentaje se mantenía fijo e inamovible durante
los plazos que estipulaba cada convenio. La queja de las constructoras era que
el costo financiero de actualizar el 10% era enorme.
Según el texto, los costos que se
tendrán en cuenta para disparar la actualización del contrato son la mano de
obra; los materiales; la amortización de equipos, sus reparaciones y repuestos
y todo otro elemento que resulte significativo a criterio del comitente. En los
contratos de consultoría sólo podrán redeterminarse las variaciones de los
costos de mano de obra y de traslado.
Los precios de referencia que se
utilizarán son los que proveerá el Instituto Nacional de Estadística y Censos (
Indec ), que realiza mensualmente un estimador de la actividad de la
construcción.
Justamente una ex técnica del
Indec, Graciela Bevacqua, selló su regreso a la administración de la mano de la
readecuación de los precios de la obra pública. El Ministerio de Interior la
contrató como asesora técnica. Trabajará para el subsecretario de Coordinación
de la Obra Pública Federal, Ricardo Delgado, que ya conocía desde hace tiempo a
la técnica rosarina, y su función será, justamente, atender los problemas de
los contratos de obra pública frente a la inflación.
El decreto, ampliamente esperado
por los constructores, se aplicará a toda obra pública vigente, según una
cláusula transitoria que incluyó en la norma firmada por el presidente Mauricio
Macri y 19 ministros.