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Las obras están caídas y el sector de la construcción cada vez más en baja
ARGENTINA.- Los surcos abiertos
en el suelo, rodeados de grandes terraplenes, es lo que queda de una urgencia
en pausa. En esta avenida de la ciudad de La Plata donde ayer se cumplieron
tres años de la inundación que costó (según datos oficiales) 89 vidas, una de
las obras hidráulicas iniciadas para evitar una nueva tragedia está paralizada.
Por allí, sólo deambulan los que salen a ejercitarse por el verde que queda a
los costados de la rambla. Donde antes estaban los obradores, ahora pastan
algunos caballos.
Como en este tramo de la
circunvalación platense, el grueso de la obra pública está frenado en el país.
Con matices, la imagen repetida en distintos municipios y provincias es reflejo
de la situación del sector de la construcción que, al igual que el conjunto de
la economía, atraviesa un presente de sobradas complicaciones y proyecta sus
esperanzas de recuperación en el segundo semestre. Como en el plano general, el
crédito externo y las inversiones son esperadas como condición para que los
buenos augurios no queden en sólo en eso. Empresarios y trabajadores comparten
la convicción de que si se disipa la incertidumbre macro, la construcción se
convertirá en uno de los protagonistas del ciclo inaugurado por el nuevo
gobierno, que promete reparar las deficiencias de infraestructura en el país.
"Si logramos financiación,
el de este gobierno va a ser uno de los planes más importantes de la historia.
Confiamos en eso, pero estamos muy preocupados por el presente", dice Juan
Chediack, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), en
alusión a las circunstancias actuales que, mientras persisten, tienen
consecuencias directas y cada vez más profundas sobre el empleo.
La crisis se evidenció en Atucha,
Zárate, donde se aplica un ajuste que contempla 1800 despidos y el freno del
plan Atucha III. La revisión de las obras asignadas antes de la asunción del
actual gobierno afecta también a las grandes represas santacruceñas Jorge
Cepernic y Néstor Kirchner, cuyas obras están igualmente detenidas. Santa Cruz
fue la provincia que más fondos recibió por habitante durante la gestión
anterior.
Mariano Lamothe, gerente de
Análisis Económico de la consultora Abeceb, explica que se trata de una
actividad intensiva en la ocupación de mano de obra: "Más de 20% de la
mano de obra ocupada puede estar vinculada de alguna forma a las actividades de
la construcción. Se estima que 100 metros cuadrados de vivienda representan
5,44 hombres durante un año". De allí que de los 107.000 despedidos en
2016, según lo relevado por la firma Tendencias Económicas, la construcción
resulte una de las actividades más golpeadas, aunque esa medición sólo tiene en
cuenta las salidas y no las contrataciones.
Datos oficiales, de todas formas,
confirman que el saldo para el empleo en la actividad es negativo. Según
fuentes del Ministerio de Trabajo, un relevamiento que realiza esa cartera
mostró en febrero una variación mensual negativa de 1,7%, en tanto que la caída
del número de puestos fue de 11,9% si la comparación se hace con febrero de
2015.
Si continúa el freno en la obra
pública, que es la que mayor cantidad de puestos genera, el empleo seguirá en
riesgo, advierten en el sector que, con una tasa de 64%, es uno de los que
tiene más alta informalidad, según un informe de Economía y Regiones.