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Eduardo Elsztain: “Confío en un pronto regreso del crédito hipotecario”
DAVOS.- La delegación oficial se hizo un
hueco para reunirse cara a cara con los distintos empresarios argentinos que
llegaron hasta aquí. Eduardo Elsztain, presidente del grupo IRSA, dice que es
muy optimista con los tiempos que vienen, sobre todo, por la posibilidad de
volver a ofrecer crédito hipotecario de largo plazo.
IRSA es socio del Estado en el Banco
Hipotecario, y según dijo Elsztain están "muy entusiasmados" con la
posibilidad planteada por el Banco Central (BCRA) de desarrollar una unidad de
cuenta, al estilo chileno, que permita dar créditos para la vivienda en pesos y
a largo plazo.
"Creo que esta nueva moneda puede
revolucionar a la clase media", explicó Elsztain. "Porque en el
mercado inmobiliario estaban los que podían pagar en efectivo, que son muy
pocos, pero la inmensa mayoría necesita de crédito para acceder a una
vivienda".
El BCRA está desarrollando una unidad de
cuenta, que podría llamarse UVA, según trascendió, y que permitiría ir
actualizando el capital de los créditos hipotecarios. De forma tal que los
bancos, con la certeza de que habrá algún tipo de ajuste, puedan animarse a dar
crédito a tasas mucho más bajas y por plazos mayores.
En el Central están estudiando que la UVA se ajuste por el
coeficiente de variación salarial (CVS), que surgió a comienzos de 2002, cuando
la Argentina
abandonó el régimen de convertibilidad, para ajustar algunas obligaciones
financieras.
"No importa si la unidad se ajusta por
el índice de salarios o un índice de precios, es importante que haya una medida
para poder prestar en pesos a largo plazo", dijo Elsztain.
Los créditos hipotecarios terminaron de
desaparecer del mercado cuando empezó a acelerarse la inflación. Con precios
que escalan de a dos dígitos, las tasas de los bancos se volvieron
inalcanzables y por eso mismo abandonaron el negocio. Al mismo tiempo, ante la
devaluación del peso, el precio de las propiedades aumentó en los últimos años
fuertemente en moneda local. Esto hizo que para comprar igual cantidad de metros,
un individuo debiera apuntar a créditos de mayor envergadura.
Como la relación entre la cuota del crédito
y el ingreso familiar no puede superar por norma el 30%, prácticamente toda la
clase media se quedó afuera de cualquier tipo de financiamiento.
Con la asistencia de la Anses, el Gobierno desarrolló el programa Procrear, que si bien funcionó entre gran cantidad de individuos, estuvo lejos de resolver el problema del acceso a la vivienda de la clase media.