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La promesa de Macri más deseada: Créditos hipotecarios
ARGENTINA.- Hoy el país ya funciona con un presidente, Mauricio Macri, que comenzó un proceso de orden y actualización de la economía nacional que llevó y llevará a un ajuste considerable. Sin embargo, lo que todos desean en gran parte es saber si la gran promesa sigue en pie: los créditos hipotecarios.
Los números de la gestión del Presidente Mauricio Macri como jefe de Gobierno porteño no hacen más que dejar en evidencia la falta de políticas de Estado para erradicar un déficit habitacional, que, lejos de haberse disminuido, aumentó en forma constante año tras año bajo su gestión, siendo la Ciudad de Buenos Aires el distrito que mayor crecimiento del déficit registró en el país en los últimos diez años y el que menos soluciones brindó.
Para encontrar respuestas a la profunda crisis habitacional que heredó el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta es necesario acudir a la llamativa falta de inversión en políticas de Estado inclusivas y de largo plazo durante los últimos mandatos. Pese a que hoy uno de cada diez porteños vive en villas y asentamientos, el porcentaje destinado a la urbanización resultó ser cada vez menor: mientras en 2005, bajo la gestión de Aníbal Ibarra se destinaba un 2,5 por ciento del presupuesto, diez años después la administración de Mauricio Macri llegó al mínimo histórico en inversión, consignando apenas el 0,6 por ciento del total del presupuesto, aún cuando la cantidad de residentes en villas y asentamientos aumentó, al menos, en un 157 por ciento durante sus mandatos.
Es decir que hoy, en la ciudad más rica del país, alrededor de 275.000 personas continúan en una eterna lista de espera por obtener su título de propiedad y el acceso a los servicios básicos e indispensables para cualquier ser humano.
Hoy la inflación hace imposible rearmar el mercado del crédito. Los salarios necesarios para calificar a un préstamos deben ser altísimos para una sociedad donde las familias tienen ingresos promedio que no superan los 15.000 pesos.
El esfuerzo salarial medido en años para la compra de una unidad de 2 ambientes usada de 40 m2 en la ciudad de Buenos Aires es hoy de 7 años. Es decir, se necesitan los salarios completos de 7 años para pagar ese departamento. En los años 90, esa relación era de apenas 3 años.
Por eso en el sector de las inmobiliarias creen que el proceso será lento. Los precios de los departamentos no bajaron, pero obviamente si las tasas caen y se dan préstamos a 20 o 30 años, la cuota se pone al alcance de la clase media. Será cuestión de esperar.
Pese al sombrío panorama, la esperanza está: sólo depende de qué ofrece el Gobierno a la banca privada, cómo se suman las inmobiliarias, y qué o cómo se beneficia la clase media para llegar al tan ansiado techo propio.