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Así es el penal de General Alvear del que se fugaron los Lanatta
28/12/2015 -
Considerado de máxima seguridad, fue inaugurado en abril del 2000 pero ya padece la misma problemática que el resto de las cárceles bonaerenses: hacinamiento, problemas de infraestructura y falta de insumos.
ARGENTINA.- La Unidad 30 de General Alvear, donde estaban detenidos los hermanos Martín y Cristian Lanatta, y Víctor Schillaci, condenados a perpetua por el Triple Crimen de General Rodriguez; es un penal de régimen cerrado, considerado de máxima seguridad, que fue inaugurado el 6 de abril de 2000 y desde entonces les cambió el ritmo a los casi 10 mil habitantes de la ciudad ubicada a 240 kilómetros al oeste de la ciudad de Buenos Aires.
La cárcel está ubicada en un predio de 64 hectáreas y, originalmente, tenía una capacidad proyectada para 1.720 internos, pero comenzó con unos mil y amplió su plaza hasta los 1500. Según el portal AlvearYa, en 2014 la población había superado los 1600 y ya se denunciaba superpoblación con tres presos por celda y condiciones de hacinamiento.
Al cumplirse los 15 años de su inauguración en abril, la cuenta ascendía a 1769 reclusos y más 560 oficiales y suboficiales.
En la Unidad 30 los presos pueden estudiar. Funcionan las escuelas de Educación Primaria de Adultos Nº 703 “Paulo Freire” y la de Educación Media Nº 3; y tienen diversos cursos de formación profesional.
También se hacen cafés literarios, se les presentan obras de teatro y durante el receso escolar se realizan diversos talleres (en las últimas vacaciones de invierno tuvieron uno de Teatro y Títeres, en el que confeccionaron muñecos con telas y plástico) y en septiembre lees dieron clases de vóley, según la página del Servicio Penitenciario Bonaerense.
Los presos también pueden trabajar en tres fábricas privadas que están dentro del penal (dos de alpargatas y una marroquinería), haciendo tareas de mantenimiento o arreglos comunitarios para jardines de infantes, escuelas y hogares de ancianos.
Según Clarín.com, el lado B del penal es el mismo por el que atraviesan todas las cárceles bonaerenses: falta de mantenimiento, irrularidades sobre le destino de los alimentos para los presos por las que en julio de 2014 fueron procesados dos ex jefes de depósito de esa Unidad; y las denuncias que el portal La Tecla.info reveló el año pasado y volvió a denunciar en este 2015.
Estas denuncias van desde “apremios y vejaciones, ratones, cucarachas e insectos en los pabellones, falta de iluminación, el uso del agua potable sólo por cuatro horas diarias ya que si no todo General Alvear se quedarían sin agua, mal funcionamiento de las cámaras de seguridad, problemas en el área de sanidad (equipos que no funcionan y faltan de medicamentos e insumos básico, como gasas y guantes) y una ausencia de médicos por lo que muchas veces los internos terminan yendo a atenderse al hospital.
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