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Las inmobiliarias piden control de la inflación
ARGENTINA.- El
secretario de la
Cámara Inmobiliaria Argentina (CÍA), Tomás Marolda, consideró
que el sector de la compraventa inmobiliaria es uno de los que más se
beneficiará con el levantamiento del cepo cambiario, ya que gran parte de las
propiedades se comercializan en dólares, y enfatizó que “lo fundamental será el
control de la inflación”.
“La devaluación
será positiva en cuanto tenga control de inflación de precios para todo el
mercado nacional y fundamentalmente para el nuestro”, dijo.
“Después de
cuatro años hemos atravesado la crisis más larga de la historia de la Argentina” en cuanto a
la actividad inmobiliaria y ahora “tenemos las mejores perspectivas. Fuimos la
industria más afectada y somos ahora la más contenta”, afirmó Marolda.
“La inflación
deberá ser controlada, sino el efecto de la devaluación será útil por unos
meses”, describió, y en relación con el precio de las propiedades, dijo que “en
la medida que esté controlada la inflación se va a recuperar lo que se perdió.
En estos cuatro años se perdió de 12
a 15 puntos”, señaló.
Describió además
que “la propiedad es una reserva de valor. Es cultural invertir en ladrillos.
se recuperará lo perdido y cuando se haya asentado la liberación del cepo y la
devaluación estaremos con una normalización del mercado”.
Sobre los
créditos hipotecarios dijo que “estamos preparando una serie de propuestas, las
vamos a entregar al Gobierno, bien elaboradas. El Gobierno prometió 1,5
millones de créditos hipotecarios, a través de la Anses”.
“Para eso hay
que tener ingreso de dólares, liquidez, colchón y eso se genera a partir de
confianza. Ayer los cálculos eran 400 millones de dólares por semana. En estas
próximas semanas, se juntarán 25 mil millones de colchón de respaldo”, estimó.
Consultado sobre si los bancos privados volverán a dar crédito hipotecario, dijo que “es fundamental” y señaló que “el primer paso lo da el Estado y los bancos van a seguir”.
Señaló también
que “estamos proponiendo que se emule un sistema como el norteamericano, en el
que las inmobiliarias sean bocas de expendio de los créditos hipotecarios”.
En materia de alquileres dijo que “es un mercado vapuleado, sufrido. La parte más delgada es el asalariado que cobra sueldo, paga alquiler, come y le queda poco por hacer. El locador tiene renta de 2,8 casi 3 por ciento, sin tener en cuenta períodos de vacancia. Ninguno lo pasa bien. Las inmobiliarias también sufrieron cierres o achicamiento”.
Por último destacó que ante la devaluación tanto el propietario como el inquilino pueden juntarse y revisar el contrato. “La clave será controlar la inflación los primeros tiempos”, aseguró.