Jorge Mateo: "El levantamiento del cepo debe ser gradual"

ARGENTINA.- El mercado inmobiliario viene despreciado desde noviembre de 2011 cuando se instaló el cepo al dólar, desde ese momento y hasta ahora “sigue en un 50% de lo que se trabajaba en 2008”. 

Así describió el presidente del Colegio de Escribanos de la provincia de Buenos Aires, Jorge Mateo, a la situación que se vive en el país con respecto a la compra-venta de inmuebles. Si bien lo que creció notoriamente es la construcción, “el mercado de usados” se ha estancado, explica y aclara: “Aquel que invirtió en departamentos usados en moneda extranjera, hoy no logra ubicarlos”.

Sin embargo, según las promesas del nuevo presidente, Mauricio Macri, se avecina un cambio. Con la eliminación de la restricción a comprar deliberadamente dólares, una medida con la cual el notario se manifestó de acuerdo, podría reactivarse el mercado inmobiliario. “Pero debe ser gradual”, sostuvo Mateo, porque aunque reconoce no ser un entendido de la economía, cree que hay decisiones de ese ámbito que deben tomarse con anterioridad, como por ejemplo “la eliminación de las restricciones para el campo, porque el gobierno necesita que ingrese moneda extranjera”.

Además, para el presidente del Colegio de Escribanos de la provincia de Buenos Aires, en declaraciones al portal marplatense 0223, dijo que es necesario que otros sectores se involucren, incluso los privados. “Se requiere créditos hipotecarios para la adquisición de la vivienda única de aquellos que tienen recursos genuinos pero que no están declarados”, sostuvo.

Hoy quienes cobran sus sueldos de manera parcial en blanco, “no califican para ese crédito”. Entonces dijo que el primer paso es un sinceramiento del ámbito laboral y el segundo, “que los bancos comiencen a otorgar créditos a un interés razonable para que esa persona pueda calificar como deudor de una cuota que sino no podría pagar”. Por último, habría que eliminar notoriamente la inflación.

Todos esos cambios son posibles para reactivar el mercado inmobiliario, concluyó Mateo. Pero recordó: “No podemos pretender que se haga en diciembre, enero o febrero”.